PRESIDENTE DE LA COORDINADORA DE COFRADÍAS

Juan Murillo: "El tambor es sin duda el elemento que nos distingue"

"Después del Pilar, la Semana Santa es el periodo más fértil para la hostelería", dice el presidente de la Coordinadora de Cofradías.

Juan Murillo descansa mientras aguarda la llegada de la Semana Santa.
Juan Murillo: "El tambor es sin duda el elemento que nos distingue"
JOSé MIGUEL MARCO

La Navidad, el carnaval, la Cuaresma y, 40 días después, la Semana Santa.

El cofrade la espera con devoción, con amor. Es necesario sentirlo, vivirlo.

Debajo de un capirote, de una túnica, percutiendo un timbal, ¿se da cobijo a la fe?

Por supuesto. Luego, coexisten un sinfín de vivencias personales. Considero que no estamos hablando de un sentimiento homogéneo. Cada persona es un mundo. La Junta Coordinadora de Cofradías de la Semana Santa de Zaragoza aglutina a 15.200 cofrades.

Cifra considerable.

La vivencia religiosa la vive cada uno de forma personal, lo mismo que, por ejemplo, sus ideas políticas determinadas. Eso sí, nos une la fe, el sentido asociativo.

¿Cuál ha sido su itinerario?

Empecé con una vela, pasé al timbal y, después, el jefe de tambores me nombró jefe de timbales.

¿Estamos hablando de una estructura jerarquizada?

Por supuesto. El siguiente paso fue la secretaría. El hermano mayor me llamó para nombrarme vicedecano. A los ocho años, al cesar en el cargo, fui nombrado presidente de la Junta Coordinadora. Pertenezco a la cofradía del Descendimiento, mayoritariamente integrada por personas vinculadas al colegio Salvador (jesuitas).

¿La procesión del Santo Entierro y el toque del tambor constituyen los elementos diferenciales de la Semana Santa zaragozana?

Sin duda. La procesión del Santo Entierro tiene lugar el Viernes Santo. La organiza la Hermandad de la Sangre de Cristo.

La Muy Ilustrísima, Antiquísima y Real Hermandad de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo y Madre de Dios de Misericordia. Casi me ahogo al articular su nombre...

Ese es el nombre correcto. Antes de 1937, la Sangre de Cristo, dueña de los pasos, sacaba la procesión ayudada por voluntarios llamados terceroles. Después del 37 surgen distintas cofradías. La primera fue la de la Piedad. De ahí, a las 24 actuales.

La génesis cabe ubicarla, por tanto, en plena Guerra Civil.

Sí. Cada cofradía nace en ese momento histórico concreto. Pero insisto en que necesariamente no están vinculadas a ninguna opción política determinada.

También hay que subrayar el aporte del tambor.

Es otro elemento distintivo de la Semana Santa zaragozana. Lo introdujo la cofradía de las Siete Palabras en 1940, vinculada a Acción Católica.

Entonces, ¿antes de 1940 las procesiones eran en silencio?

No. Se acompañaban de bandas de música. El tambor lo trajo mosén Francisco Izquierdo Molíns. Él era natural del Bajo Aragón. De ahí trasladó el tambor a Zaragoza.

Y en Zaragoza desarrolló personalidad propia.

Sin ninguna duda, es un elemento que nos distingue.

Hablemos de pesetas, de euros, de la tela marinera. ¿Cuánto deja el turismo en la capital aragonesa durante la Semana Santa?

Manuel Blasco, consejero de Fomento del Ayuntamiento de Zaragoza, anunció en rueda de prensa el otro día que los visitantes dejarán este año alrededor de dos millones y medio de euros, que es un buen dinero. Después de las Fiestas del Pilar, es el periodo más fértil para la hostelería zaragozana.