PALEONTOLOGÍA

Encuentran en Uruguay los restos fósiles de un ratón de más de mil kilos de peso

Esta especie de roedores debió existir hace entre dos y cuatro millones de años.

Al parecer, pesaba 1.000 kilos y era más grande que un toro. Los científicos Ernesto Blanco y Andrés Rinderknecht, del Museo Nacional de Historia Natural de Montevideo, encontraron en Uruguay los restos de un ratón gigante, según describen en un artículo publicado en la revista "Proceedings", de la Academia Nacional de las Ciencias británica.


Los fósiles, que pueden tener una antigüedad de hasta cuatro millones de años, pertenecen a una especie de roedores hasta ahora desconocida, el más grande jamás encontrado, de acuerdo con los especialistas. Los roedores comunes como las ratas, que existen actualmente, no suelen pesar más de un kilo.


El roedor vivo más grande es el carpincho, que vive en Sudamérica y puede llegar a pesar 60 kilos.


Rinderknecht y Blanco se toparon con el cráneo de 53 centímetros del roedor gigante en las costas del Río de la Plata. El cráneo logró conservarse extraordinariamente bien y casi entero, informaron los científicos. Bautizaron su descubrimiento como Josephoartigasia monesi. La estimación de su peso corporal arroja unos 1.211 kilos, con un margen de error de +/- 753 kilos.


En el plioceno y pleistoceno

El roedor gigante vivía al parecer hace dos o cuatro millones de años en los periodos plioceno y pleistoceno. En esos tiempos, vivían en Sudamérica enormes pájaros cazadores con picos de más de 40 centímetros de largo, felinos con dientes de sable y mamíferos con caparazón. El nuevo fósil brinda nuevos detalles que permitirán reconstruir la aparición de este tipo de animales gigantes ya extinguidos.


Otros roedores gigantescos


Hace dos años se encontraron en Venezuela restos fósiles de un roedor gigante con el aspecto de una cobaya que debía pesar alrededor de 700 kilos, que vivía en manadas y debía sobrevivir a los ataques de cocodrilos gigantes y de grandes pájaros carnívoros.


El Phoberomys pattersoni, como se bautizó esta especie en honor a un paleontólogo pionero que trabajó en la región en 1970, el profesor Brian Patterson, debía medir unos tres metros de largo y un metro de alto. Sus dientes incisivos debían medir unos 20 centímetros, según el doctor Sánchez Villagra, del equipo investigador que descubrió esta especie. "Probablemente era semi-acuático, pasando algo de tiempo en el agua y otro poco sobre la tierra- tal como el capibara", dijo entonces este científico.