PREDICCIONES PARA 2012

El 'Zaragozano' no se moja

El Calendario Zaragozano, el almanaque más popular y con mayor solera del panorama nacional, presenta, como cada año, una predicción meteorología no científica en la que le resultará complicado fallar debido a lo poco arriesgado de sus augurios.

La clásica portada del almanaque
El Zaragozano no se moja
HERALDO.ES

Editado por primera vez en 1840 por Mariano Castillo y Ocsiero, el 'Calendario Zaragozano' es el almanaque más popular y con mayor solera del panorama nacional. Como cada año, presenta una predicción meteorología no científica en la que le resulta complicado fallar, debido a lo poco arriesgado de sus apreciaciones. Este año no será diferente.


Para el tramo inicial del primer mes de 2012, los pronósticos anuncian un tiempo que "no será extremadamente frío, ni seco en demasía, ni borrascoso con exceso". Para la segunda quincena anuncia borrascas y tiempo frío con cielo nublado. Lo que se conoce, en definitiva, como un enero de manual. Febrero, por su parte, irá acompañado de algunas lluvias. "Tampoco menudearán -señala el almanaque- los días de sol alegres" y cierta variación atmosférica en los últimos días del mes.


"Mes revuelto y desapacible en su primera mitad, vientos fuertes y aguaceros copiosos", vaticina el Zaragozano para marzo, así como "vientos recios" y "lluvias que serán nieves en las alturas". Para abril, mes de las aguas, la primera página del cuadernillo anuncia, casualmente, "tiempo anubarrado y vario", así como algunas jornadas de "tiempo tranquilo" y "temple más alto".


Días "buenos en conjunto" para el inicio del quinto mes y días variables con "a veces vientos revueltos, otros lluviosos y otros despejados y muy bonacibles" es lo que calcula el almanaque para la recta final de esta hoja del calendario, en lo que suena a un tiempo muy primaveral, lo que cabe esperar de mayo. En junio, además de ir calmando los vientos, "el calor irá aumentando paulatinamente". Sorprendente, ¿verdad?


Según estimaciones del cuadernillo, la primera quincena de julio "estará acompañada por vientos suaves del este", que traerán un período de apacible bonanza". Como buen mes de julio, el mercurio irá aumentando, "llegando a hacer el ambiente fatigoso en extremo; tiempo bonancible, pero muy caluroso, propio del verano". Apuesten sus ahorros a que así será. La canícula de agosto no le andará a la zaga, si bien en la última semana "algunas tormentas con chubascos refrescarán el ambiente, dándole un temple muy agradable". Una apuesta arriesgada, visto lo visto.


Septiembre, "de variable aspecto", y octubre, en el que "predominará un buen tiempo de otoñada", experimentarán, como mandan los cánones, un descenso atmosférico, temporales húmedos y bancos de niebla con lluvias. Finalmente, las dos últimas mensualidades del calendario registrarán lloviznas, fríos, escarchas y heladas. Una predicción que, de cumplirse, no se escribirá, ni mucho menos, en los libros de historia.