REINO UNIDO

El único superviviente del accidente de Diana de Gales niega formar parte de una conspiración

El único superviviente del accidente en el que murió Diana de Gales, el ex guardaespaldas Trevor Rees, negó  su participación en una hipotética conspiración para encubrir un complot contra la princesa y aseguró que no conserva recuerdos claros de los últimos momentos de la tragedia. "No formo parte de ninguna conspiración para ocultar la verdad. Todo lo que he hecho siempre es contar la verdad como la veo", dijo Rees al testificar en la investigación judicial sobre la muerte de la princesa y su novio, Dodi Al Fayed, al estrellarse el automóvil en el que viajaban en 1997.


Rees, conocido antiguamente como Trevor Rees-Jones (perdió el segundo apellido tras su divorcio), iba en el asiento delantero del Mercedes conducido por Henri Paul, quien también falleció en la fatídica colisión en el túnel del puente parisino del Alma el 31 de agosto de 1997.


El testigo -contratado por el magnate egipcio Mohamed Al Fayed como guardaespaldas de su hijo Dodi, si bien acabó mal con su jefe después del suceso- logró salvarse, pero sufrió la fractura de todos los huesos de la cara, así como graves heridas en el pecho.


Mohamed Al Fayed, dueño de los almacenes Harrods, está convencido de que su hijo y Diana fueron víctimas de un complot al más alto nivel, con la participación incluso del duque de Edimburgo, para impedir que la princesa se casara con un musulmán y acusa a Rees de formar parte de una conspiración para ocultar lo ocurrido.

 

Noche fatídica


Aún con cicatrices visibles en el rostro y la cabeza, Rees contó en la investigación que su último recuerdo "veraz" se refiere a la salida, por la puerta de atrás del Hotel Ritz de París, aquella noche fatídica. A partir de ahí, le vienen a la memoria algunos flashes, como un fotógrafo en una motocicleta que se detiene al lado del coche y la voz de una mujer, posiblemente Diana, que pronuncia el nombre de Dodi.


"Recuerdo haber escuchado a alguien quejándose y que se pronunciaba el nombre de Dodi", dijo el ex guardaespaldas, que, según la prensa británica, era el único que llevaba puesto el cinturón de seguridad en el momento del siniestro. Sin embargo, reconoció que se trata de recuerdos "vagos" y admitió que, en ocasiones, incluso él mismo duda de su veracidad.


Sobre los momentos anteriores a la tragedia, Rees explicó que había transmitido a Dodi sus dudas ante su plan de salir del Ritz por la puerta trasera sin cobertura de seguridad para tratar de evitar a los fotógrafos que hacían guardia frente al hotel. El novio de Diana, sin embargo, insistió en llevar a cabo ese plan, que implicaba que dos vehículos, incluido un Mercedes con un conductor oficial, esperaran en la puerta delantera para despistar a los "paparazzi".


"Creo que el plan de salir del hotel por la parte de atrás fue de Dodi y que fue suya la idea de salir sin protección. Sin embargo, yo decidí viajar con la pareja", explicó al referirse a la decisión que estuvo a punto de costarle la vida. Pero el plan finalmente fracasó porque también había fotógrafos esperando en la parte trasera del hotel, por lo que Diana y Dodi tuvieron que salir rápidamente en un vehículo sin un conductor experimentado y sin el respaldo del coche de seguridad.

Consumo de alcohol


Antes de abandonar el Ritz, Rees explicó que estuvo con Paul en el bar del Hotel Ritz, pero que no se dio cuenta de que éste último estaba bebiendo alcohol y aseguró que, de haber sido consciente de ello, habría impedido que se pusiese al volante.


Asimismo, el ex guardaespaldas, que durante la vista visionó imágenes grabadas por las cámaras de seguridad de la noche del accidente, desmintió las informaciones según las cuales Dodi y Diana habrían elegido un anillo de compromiso en Monte Carlo una semana antes de su muerte.


Pese a su celosamente guardada vida privada, Rees, que se ha negado reiteradamente a hablar con la prensa sobre la tragedia, publicó en 2000 un libro, "The Bodyguard's story" ("La versión del guardaespaldas"), en el que rechazaba las teorías conspiratorias del accidente, defendidas insistentemente por Mohamed Al Fayed.


La investigación judicial, que comenzó en octubre pasado, tratará de esclarecer si la muerte de la princesa fue producto de una conspiración o de un accidente. Dos investigaciones policiales previas, una en Francia y otra en el Reino Unido, concluyeron que el suceso se debió a un accidente causado porque Paul conducía muy rápido y bajo la influencia del alcohol.