LECHE CON MELAMINA

El primer caso fuera de China, en Hong Kong, dispara la alarma por la leche adulterada

Veintidós empresas, entre ellas las más importantes de China, están implicadas en la adulteración de leche con melamina, un compuesto cristalino utilizado en la fabricación de resinas sintéticas, que engaña a los detectores de proteínas y que produce cálculos renales en los niños.

El escándalo de la leche adulterada con melamina, que hasta ahora ha causado la muerte de 4 bebés en China, amenaza con extenderse fuera del país asiático tras haberse detectado el primer caso en la ex colonia británica de Hong Kong.


Una niña de tres años que tuvo que ser tratada de cálculos renales se ha convertido en el primer caso fuera de las fronteras chinas ya que, aunque Hong Kong fue devuelta a Pekín en 1997, funciona como un territorio extranjero a efectos fronterizos y su nivel sanitario es el de un país desarrollado.


El pánico crece en la saneada Hong Kong al saberse que otra de las firmas implicadas, Mengniu, era el suministrador del parque Disneyland ubicado en la ex colonia, aunque de momento no se han detectado componentes tóxicos en sus partidas.


Veintidós empresas, entre ellas las más importantes de China, como Yili (suministrador olímpico), Mengniu, Sanlu, Guangming (Bright Dairy), Suokang (Suncare) y Yashili, están implicadas en la adulteración de leche con melamina, un compuesto cristalino utilizado en la fabricación de resinas sintéticas, que engaña a los detectores de proteínas y que produce cálculos renales en los niños.


Además, después de que las autoridades de Singapur detectaran melamina en la leche de fresa de la holandesa Dutch Lady (Friesland Foods) que se produce en la planta china de Tianjin, el producto ha sido retirado en Hong Kong y Macao.


Incluso los salones de belleza de Hong Kong han sido instados de informar a los clientes del origen de cualquier cosmético o tratamiento con lácteos, como los populares baños de leche.


El escándalo ha disparado la alarma en los países que importan leche china, como Japón, donde las firmas Marudai Food, cliente de Yili, y Nissin Foods retiraron ayer algunos de sus productos, mientras que Malasia, Myanmar (Birmania), Tanzania, Brunei y Gabón han prohibido la venta de leche china.


Entretanto, los casos de niños con cálculos renales por ingesta de leche adulterada siguen aumentando, a pesar de que Pekín mantiene invariable la cifra de 4 muertos y 6.244 afectados desde el pasado miércoles.


Las autoridades de la provincia norteña de Hebei desvelaron hoy que desde ese día el número de niños enfermos en su jurisdicción se ha cuadruplicado y el viernes eran ya 5.770 los casos conocidos, con lo que la cifra nacional superaría los 10.000.


El subdirector de Sanidad de Hebei, Gao Chunqiu, informó de que calculan que al menos 160.000 bebés de la provincia han consumido leche adulterada de Sanlu, según la agencia oficiosa China News Service.


En medio de este nuevo escándalo sanitario que crispa a las familias chinas, el primer ministro Wen Jiabao señaló en una emisión televisiva que su prioridad ahora es la seguridad alimentaria.


Con el fin de lavar la imagen de las masivas exportaciones "made in China", protagonistas en el último año de numerosas intoxicaciones en el extranjero, el gobierno está retirando los productos adulterados, pagando gastos médicos y ha anunciado castigos a los culpables.


Hasta ahora 46 sospechosos han sido arrestados, entre ellos la presidenta de Sanlu, Tian Wenhua.


A pesar de esta respuesta, la Organización Mundial de la Salud (OMS) pide investigar si hubo encubrimiento, ya que la firma neozelandesa Fonterra, propietaria de un 43 por ciento de Sanlu, informó del problema a las autoridades chinas a principios de agosto, en vísperas de los Juegos de Pekín, y el escándalo se desveló la semana pasada.


Sin embargo, la cancillería china sostiene que supo del problema a través del gobierno neozelandés el 9 de septiembre, por lo que los observadores creen que Pekín ocultó el escándalo por los Juegos.


Mezclar melamina a la leche es práctica habitual en China, según fuentes del sector citadas hoy por el "South China Morning Post".


Ex propietarios de lácteas desvelaron que aparte de melamina, los productores añaden saborizante artificial, agua, agua oxigenada, proteínas en polvo, suero, antibióticos e incluso aceite industrial.


El consumo de lácteos empezó a promoverse hace ocho años en China, y desde entonces ha crecido hasta los 19 millones de toneladas de producción en el primer semestre del año.


La capacidad de las empresas lácteas con apoyo estatal es insuficiente para la demanda, por lo que las prácticas fraudulentas, sobre todo de los intermediarios que compran a los granjeros, son habituales y los controles de calidad, corruptos, con buena parte de los 14,3 millones de vacas chinas aquejadas de enfermedades.


En esta cadena de despropósitos y fraudes, los más afectados están siendo los 2 millones de granjeros del país, ya que no están vendiendo su producto a las plantas afectadas, cuya producción ha sido suspendida por las autoridades.