VIOLENCIA DOMÉSTICA

El 30% de las víctimas mortales no tenían 30 años

La directora general del Instituto de la Mujer, Rosa Peris, defendió en Murcia la eficacia de la Ley Integral contra la Violencia de Género aunque consideró que hay que hacer especial hincapié en algunos de sus aspectos como las elevadas cifras de maltrato entre jóvenes. Destacó así que un 20% de los agresores contra mujeres menores de 30 años, mientras que un 30% de las víctimas mortales, desde el año 2004, tampoco alcanzaban esa edad.


También decía que en lo que llevamos de año 2009, la mayoría de los agresores son jóvenes de entre 25 y 39 años. Eran algunos de los datos que aportó durante su participación en las II Jornadas contra la Violencia de Género que se celebran en Murcia y que cuentan con la participación de la Universidad de Murcia y cinco institutos.


Peris destacó como esencial cambiar los patrones que ligan la agresividad a un cierto modelo de hombre. En su opinión, se trata de conseguir que una generación nueva tenga un nuevo modo de concebir a hombres y mujeres. "Para que entiendan que no es algo ajeno a sus vidas, que viven con esa violencia en sus casas, en sus familias, en los lugares más cercanos y lo hacen en una situación en la que a las mujeres se las coloca como un escalón por debajo de los chicos", indicó. Por ese motivo, "es importante que todo esto lo tengamos claro para entender qué es el fenómeno de la violencia de género y a partir de ahí articular medidas".


La responsable del Instituto de la Mujer no cree que en la actualidad haya más violencia de género, pero sí se ha conseguido que "aflore". Ponía sobre la mesa un dato: prácticamente de 70.000 denuncias en el año 2004 se ha pasado a cerca de 142.000 en 2008, una situación que indica que "las mujeres sienten más confianza en las instituciones para proteger sus derechos". Además señaló que no hay más violencia contra las mujeres sino más denuncias "porque hasta hace poco todo lo relacionado con el maltrato se consideraba algo privado, del ámbito familiar, lo que hacía que no se hablara de malos tratos pero es algo que han sufrido muchas mujeres que no se han atrevido a denunciar ni a considerar que no fuera normal recibir una bofetada".