JUICIO POR EL CRIMEN DE FAGO

El juez mantiene a Mainar en prisión

El guarda forestal compareció ayer en los juzgados de Jaca, como trámite previo al cierre del sumario del crimen de Fago. El procesado volvió a referirse a la víctima como ¿un político indigno e injusto¿.

El presunto autor del crimen de Fago, el forestal Santiago Mainar, continuará en prisión provisional por lo menos hasta que se celebre el juicio. Así lo decidió ayer el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Jaca, Ángel de Pedro, atendiendo la petición del fiscal y las acusaciones. El juez justifica su decisión en un auto de cinco folios, en el que recuerda que existen indicios suficientes de criminalidad contra el procesado y que los delitos que se le imputan podrían acarrear penas que suman 21 años de prisión: asesinato y tenencia ilícita de armas.


El abogado madrileño Marcos García Montes, que representa al presunto asesino, solicitó ayer su puesta inmediata en libertad, achacando las demoras en la instrucción del sumario a las acusaciones y las disquisiciones sobre si el juicio debía celebrarse con jurado o con tribunal popular. Para garantizar que el forestal no huiría, llegó a proponer que se presentara todos los días en el juzgado, se le retirara el pasaporte y se le prohibiera salir del país. Sin embargo, el juez considera que existe un claro riesgo de fuga y que, ante unos hechos tan graves, el procesado podría intentar sustraerse a la acción de la justicia.


El letrado que ejerce la acusación particular en nombre de la familia de Miguel Grima, el penalista zaragozano Enrique Trebolle, solicitó al instructor que prorrogará la prisión durante otros dos años, que sumados a los dos que cumplirá el 2 de febrero, harían un total de cuatro, máximo que permite la ley. Sin embargo, De Pedro no ha precisado en su auto el tiempo de la prórroga. Por ello, y aunque implícitamente se deduce del auto que el juez prolonga por otros dos años, Trebolle ya ha comunicado que tiene intención de solicitar una aclaración, “para no dejar ninguna duda”.


Pero además de para decidir sobre la posible prórroga de la prisión provisional, Santiago Mainar estaba citado ayer para practicar la declaración indagatoria, trámite previo al cierre del sumario del caso y su remisión a la Audiencia de Huesca. Por ello, cuando el imputado compareció ante el juez, lo primero que hizo la secretaria fue leerle el auto de procesamiento. Mainar volvió entonces a proclamar su inocencia, ratificándose en su última declaración judicial, en la que se retractó de su autoinculpación ante la Guardia Civil.


El forestal dijo que “fue una ficción para llamar la atención hacia él” y que su fin último era “forzar la celebración de un juicio en el que pueda informar a quien le quiera escuchar de las innumerables arbitrariedades que ha sufrido un grupo de ciudadanos honestos y decentes durante años, a manos de un político indigno e injusto, amparado por políticos nefastos y con la connivencia de la justicia”. Molesto por la insistencia en insultar a la víctima, Trebolle recordó que “no ofende quien quiere, sino quien puede”. “Y Mainar –añadió-, dada su situación, ni tiene aptitud ni capacidad para ofender. Y de ningún modo se puede soportar que se vitupere la dignidad y la memoria de una persona que no se puede defender”.


El abogado que ejerce la acción popular en nombre del PP, José María Viladés, aprovechó la indagatoria para preguntar a Mainar si cuando disparó a Grima lo hizo en calidad de alcalde o de ciudadano. Mainar insistió en que él no cometió el crimen, pero puntualizó que lo respetaba “como persona”, pero que “estaba en contra de su forma arbitraria de actuar como alcalde de Fago”. El forestal no ha sido procesado por el delito de atentado, pero las acusaciones creen que también fue autor de este delito, y estas declaraciones les servirán para refrendar la imputación.


A preguntas de su abogado, Mainar negó que tuviera conocimiento de la reunión de alcaldes en Jaca y explico que “lo último que se le ocurriría sería ponerse en una curva de la carretera para esperarle”. Por último, dijo que no sabía nada de la escopeta ni de que se hubiera escondido en un camión extranjero, para concluir que su declaración fue solo “una novela”.