Julian Tzolov, ex director y ex vicepresidente corporativo del banco Credit Suisse en Nueva York, fue detenido por la Policía en Marbella. El mafioso está acusado de estafar más de 400 millones de dólares (casi 300 millones de euros) a inversores estadounidenses y era uno de los fugitivos más buscados por el FBI.

Tzolov y su socio Eric Butler inducían a sus clientes a invertir en acciones garantizadas por préstamos a estudiantes avaladas por la Reserva Federal de Estados Unidos, pero en realidad usaban los fondos en operaciones de alto riesgo. Aseguraban a las sociedades inversoras, en su mayoría grandes empresas, que la adquisición de las acciones era segura y líquida. Los socios pusieron en marcha este plan de estafas en 2004, pero el montaje se vino abajo con el hundimiento de las hipotecas 'subprime' el año pasado.

Durante este tiempo, Tzolov y Butler acumularon una fortuna gracias a las comisiones que pagaba el Credit Suisse por la captación de clientes. Pero cuando se colapsó el mercado norteamericano de las hipotecas de alto riesgo salió a la luz el "agujero" de los 400 millones de dólares.

El fugitivo fue detenido el pasado 4 de septiembre de 2008 cuando llegó a Estados Unidos procedente de Bulgaria. Al poco tiempo quedó en libertad bajo fianza en régimen de arresto domiciliario y con vigilancia electrónica. El 22 de abril de 2009, su abogado informó de que Tzolov tenía la intención de declararse culpable, y poco después, el 9 de mayo, burló la vigilancia y se fugó del domicilio. Tras este hecho, las autoridades estadounidenses emitieron una orden internacional para su detención.

Las investigaciones, en colaboración con los agentes de enlace del FBI en España, situaron al banquero en la Costa del Sol. Fue localizado y arrestado en Marbella, después de las pesquisas determinaran que se había interesado por alquilar y comprar residencias de lujo en la zona. El detenido se movía acompañado de dos guardaespaldas, y en el momento de su detención llevaba documentación falsa a nombre de Ivan Stefanov Ivanov.

Tzolov guardaba estrictas medidas de seguridad y utilizaba diversas identidades que han imposibilitado a la Policía dar, por ahora, con el domicilio del fugitivo en la Costa del Sol.