El 43,6% de los menores de entre 13 y 17 años que navegan por Internet ha recibido alguna vez una proposición sexual a través de la red, según los datos facilitados por agentes de la Policía Judicial que han participado en las jornadas "Influencias de las nuevas tecnologías en la familia".

Organizadas por el Consejo Audiovisual de Navarra (CoAN) y la dirección General de Familia, Infancia y Consumo del Gobierno de Navarra, las jornadas han contado con los expertos en investigación tecnológica y en la lucha contra los delitos telemáticos Óscar Esteban, capitán de la unidad orgánica de la Policía Judicial de Pamplona, y Paz Fernández, miembro de la unidad técnica de la Policía Judicial en Madrid.

Ambos han analizado los riesgos, amenazas y oportunidades que ofrece Internet a los menores y al respecto han afirmado que Internet no es malo sino una puerta al mundo que los menores deben utilizar pero siendo conscientes de los riesgos. Así han alertado de que el 90% de los menores de entre 13 y 17 años se conectan solos a la red, un 37% ha visto alguna vez o con frecuencia contenidos pornográficos y un 46% con connotaciones violentas.

Otras datos "preocupantes" aportados por los agentes son que el 30% de estos adolescentes han facilitado su teléfono móvil en conversaciones de chat y el 16% ha dado su dirección postal cuando su interlocutor puede que no sea quien dice ser.

Ante esta realidad, Óscar Esteban y Paz Fernández han apelado a la responsabilidad educadora de los padres y han ofrecido unas pautas de "sentido común", como colocar en casa el ordenador con conexión en una zona de paso, normalizar el uso de Internet por parte de todos los miembros de la familia y trabajar en la red junto con los menores.

Asimismo han recordado que los menores además de poder ser posibles víctimas de delitos a través de Internet, también pueden ser posibles autores pues todos los del Código Penal, excepto el asesinato y el homicidio, se pueden cometer por Internet y por eso es necesario que sepan que lo que no está bien hacer en la calle, tampoco en Internet.

Los agentes han considerado también conveniente recordar a los menores que todo aquello que se publica en Internet ya no desaparece porque aunque se quiera borrar miles de personas pueden tener ya una copia en sus propios ordenadores.