SALUD

Calcetines sucios contra la malaria

Un investigador tanzano ha descubierto que lo que apasiona a los mosquitos que transmiten la malaria son los calcetines sucios, y con la ayuda económica de Canadá y Bill Gates confía en producir un aparato para atrapar y matar al insecto.

Un investigador tanzano ha descubierto que lo que apasiona a los mosquitos que transmiten la malaria son los calcetines sucios, y con la ayuda económica de Canadá y Bill Gates confía en producir un aparato para atrapar y matar al insecto.

El doctor tanzano Fredros Okumu ha tenido que soportar más de una broma pesada desde que empezó a investigar soluciones para la malaria y descubrió que, básicamente, los mosquitos que transmiten la enfermedad se sienten atraídos de forma irresistible por el olor de los calcetines sucios.

Sin embargo, el trabajo del doctor Okumu acaba de recibir 800.000 dólares (565.000 euros) de Grand Challenges Canada y de la Fundación Bill y Melinda Gates para producir un aparato que capture estos mosquitos.

La búsqueda de una solución a la malaria es uno de los grandes desafíos médicos de todo el mundo. «Ya no es materia de discusión. Ahora sabemos que los mosquitos huelen ciertos compuestos en las personas. Por eso van hacia ellos», añadió. Pero para llegar a ese conocimiento, el doctor Okumu y su equipo del Instituto de Salud Ifakara de Tanzania tuvieron que completar una detallada investigación. «Los mosquitos pican en la zona de las piernas. También sabíamos que no ven a las personas, sino que huelen a la gente. Así que el desafío inicial era identificar los químicos que los humanos producen y que les atraen», explicó.

«Investigamos químicos que proceden del aliento, de la piel, de emanaciones y del sudor. Y cuando los identificamos exactamente, con la ayuda de laboratorios en Europa y Estados Unidos, la siguiente fase fue bastante fácil», continuó. Okumu acudió a una compañía química y solicitó esos compuestos químicos para probarlos individualmente y de forma combinada con mosquitos. Finalmente, determinó que una mezcla de productos que huele igual que unos calcetines sucios es la que más atrae a los insectos.

Para verificar las pruebas, el investigador tanzano probó su experimento en una pequeña comunidad del país africano y corroboró que funciona. Pero el objetivo final de Okumu no es atraer a los mosquitos que transmiten la malaria, sino matarlos. Por eso ha creado un aparato que imita a un ser humano. En su interior ha colocado los «calcetines sucios» y agentes para liquidar a los mosquitos.

Con el dinero de Grand Challenges Canada y la Fundación Bill y Melinda Gates, durante los dos próximos años Okumu mejorará el aparato, estudiará su impacto epidemiológico, averiguará el mejor lugar para colocar los artilugios en los poblados y encontrará la forma culturalmente más práctica para su utilización.