Bielsa prepara el fin de Cornelio

Las trangas pasearon con las madamas hasta la plaza Mayor
Bielsa prepara el fin de Cornelio
M. PARDINA

Los Carnavales de Bielsa reunieron ayer en la plaza Mayor a cientos de curiosos y apasionados de esta fiesta que repiten año tras año para no perderse la Ronda en la que las trangas, esos seres que salen de las cavernas para anunciar que el invierno termina, abusan de las mujeres moviendo imperiosamente sus cencerros y se apaciguan en el momento de ir a buscar a las madamas. Una veintena de mozas solteras lucieron este año sus tradicionales vestidos realizados a base de cintas de colores unidas con alfileres. "Es una fiesta que nació para los jóvenes, por eso los trajes tradicionales los llevan los mozos y las mozas solteras", explicó Isabel Irigaray, concejala de Cultura. Los chicos se pintan la cara de negro y se atan a la cabeza una cornamenta con tan solo unas cuerdas, lo que les deja marcados para unos días. "Es muy duro ser tranga porque el traje es muy incómodo y pesado", recordó la concejala. Las trangas y las madamas volverán a salir esta tarde a partir de las 17.00 con un ambiente mucho más familiar.

 

Durante el fin de semana, los establecimientos hoteleros han colgado el cartel de completo. Sin embargo, este año lo han hecho prácticamente el día de antes del comienzo de la fiesta, a diferencia de otros años que no quedaba una cama libre con meses de antelación. También la plaza este año estaba algo menos llena pero como decía una joven madama "el ambiente sigue siendo igual de bueno".

 

Los vecinos de Bielsa han tenido mucho trabajo en los días previos para preparar los cinco disfraces que lucen desde el viernes por la noche hasta esta madrugada en la que Cornelio, el personaje del carnaval que encarna todos los pecados, será ajusticiado a las 6.00. Cornelio disfruta de los carnavales colgado de la fachada del Ayuntamiento vestido con una sotana y una gran cruz aludiendo al clero. El jueves por la noche, una treintena de jóvenes de Bielsa se reunió tras la costillada para confeccionar a Cornelio recordando alguna anécdota del pueblo que ha sucedido durante el año. Coincidencia o no, los de monjas y curas fueron algunos de los disfraces que se podían ver en abundancia por las calles de la localidad.

 

No solo los vecinos de Bielsa, sino los de toda la comarca, celebran con ilusión los días de Carnaval. Muchas personas llegadas también de otros puntos de Huesca, e incluso de Zaragoza, no se pierden esta fiesta ancestral que perdura y que presume de ser de los pocos carnavales que se celebraron durante los años del franquismo. Desde Almudévar vinieron un grupo de médicos que atendían a todo el que se quejaba de algo y desde Zaragoza un Papa singular reconocía no faltar a la cita de Bielsa desde hace 29 años.