RELIGIÓN

Benedicto XVI venera la Sábana Santa en Turín, expuesta después de una década

El Papa compara la época actual con el Sábado Santo, por la oscuridad y la muerte de Jesús.

El Papa reza ante la Sábana Santa, ayer en la catedral de Turín.
Benedicto XVI venera la Sábana Santa en Turín, expuesta después de una década
VINCENZO PINTO/AFP

El Papa visitó ayer la capital piamontesa, Turín, donde comparó la oscuridad del mundo contemporáneo con la del Sábado Santo, en la meditación ante la Sábana Santa o lienzo en el que según la tradición fue envuelto el cuerpo de Cristo y que se guarda en la catedral turinesa. "Tras las dos guerras mundiales, Hiroshima y Nagasaki, nuestra época se ha convertido siempre en mayor medida en un Sábado Santo", explicó en referencia a la oscuridad y a la muerte que vivió Jesús.

Unas 50.000 personas aguardaban en la plaza de San Carlo de Turín la llegada de Benedicto XVI, quien concelebró la Eucaristía en la misma plaza.

Por la tarde, el Santo Padre se trasladó a la catedral para venerar la Sábana Santa o 'Síndone' (del griego 'sindon', mortaja) considerada una de las reliquias más famosas y discutidas de la Cristiandad, que mide 4,39 metros de largo y 1,15 de ancho.

La Sábana Santa fue restaurada en 2002, cuando le quitaron los parches que le colocaron las monjas clarisas de Chambery (Francia). El Papa autorizó en 2009 la exposición a los fieles de la 'Síndone' en 2010. La última vez que se expuso al público fue en 2000, con motivo del Año Santo.