TEMPORAL

Barajas sufre las secuelas del temporal de nieve

La Guardia Civil retuvo en la A-2 a 2.000 camiones que se dirigían hacia la capital de España. El aeropuerto recibió cinco vuelos desviados de Barajas y suspendió dos. Unos 1.200 escolares de todo Aragón no pudieron ir a clase

Un día después del temporal de nieve que sorprendió a toda España, el aeropuerto de Barajas fue el lugar donde se registraron los mayores problemas. Cientos de pasajeros esperan todavía en el aeropuerto madrileño de Barajas la salida de sus vuelos mientras las compañías aéreas tratan de reorganizar sus programaciones, tras los vuelos suspendidos o retrasados a causa de la fuerte nevada.

 

Las últimas cifras apuntan que el viernes se cancelaron 280 vuelos, 52 fueron desviados a otros aeropuertos y muchos sufrieron retrasos debido al fuerte temporal de frío y nieve que afecta a muchas ciudades españolas. Las compañías aéreas tratan de reorganizar sus programaciones y "reabsorber" a los viajeros que se han quedado en tierra, pero encuentran muchas dificultades, ya que no tienen suficientes aviones y tripulantes.

 

Por otro lado, la Unidad Militar de Emergencias siguió colaborando en las tareas para despejar de nieve las carreteras en Madrid, Zaragoza, Burgos y Cuenca, y por primera vez se han activado cuatro batallones al mismo tiempo, con un total de 200 soldados y 58 vehículos. En la capital madrileña, las personas sin hogar han llenado la pasada noche todos los albergues y centros de acogida incluidos en la Campaña Contra el Frío del Ayuntamiento, y el consistorio ha tenido que buscar doce plazas en hoteles para evitar que algunas personas durmiesen en la calle.

 

Las incidencias a causa del temporal se han sucedido en diversos lugares; en Segovia, 48 estudiantes menores y cinco profesores han pasado la noche en un albergue en Boceguillas (Segovia) después de que el autobús en el que viajaban desde Ciudad Real fuera obligado a detenerse anoche en la A-1 (Madrid- Burgos). En la A-62 (Burgos-Portugal), un motorista ha perdido un brazo y una pierna en un accidente ocurrido a la altura de Torquemada (Palencia), tras colisionar contra la bionda de protección de la vía, en la que había hielo y nieve.

 

Aunque la situación en las carreteras ha mejorado con respecto al viernes, doce puertos de montaña siguen cerrados, en 25 altos son todavía necesarias las cadenas y otros siete tramos de carreteras están cortados, aunque todos ellos pertenecen a la red secundaria.

 

Nieve en Aragón

 

La capital aragonesa sufrió ayer los efectos de la gran nevada que cayó en Madrid y en su comunidad, y también del temporal que paulatinamente se fue desplazando hacia el este del país y que alcanzó Aragón a partir del mediodía. A pesar de las demoras, a lo largo del día todos sus servicios se mantuvieron operativos hasta las 20.15, cuando el AVE 3173, que había salido de Madrid a las 18.00, con media hora de retraso, se quedó parado en Ricla por un fallo eléctrico. Se preveía que los pasajeros fueran transbordados entre las 22.20 y las 23.00: los que iban a Tarragona y Barcelona se subieron a otro AVE, mientras que los de Zaragoza y Lérida lo hicieron a una lanzadera. Ambos trenes 'escoba', que circulaban con pasajeros, pararon en medio de la vía y recogieron a los que estaban 'tirados' e impacientes por continuar trayecto.


A causa del frío y la nieve, unos 1.200 alumnos de todo Aragón no pudieron acudir ayer a clase, ya que se suspendieron unas 54 rutas escolares. La provincia más afectada fue Teruel, con unos 460 escolares que no pudieron llegar a sus centros y unas 24 rutas suspendidas, entre ellas las de Andorra, Mora de Rubielos, Cella, Caudé, el Polígono la Paz y la capital turolense. En la provincia de Zaragoza, fueron 430 los estudiantes que se quedaron en casa al suspenderse 13 rutas, seis que van a Ateca, otra a Used y Abanto a Daroca, y las seis de Illueca. Por lo que respecta a la provincia de Huesca, unos 315 alumnos, todos ellos de la comarca de La Ribagorza, no fueron a sus centros al suspenderse 17 rutas.


Los efectos del temporal se dejaron sentir con fuerza por la tarde en la Ibérica zaragozana. En Calatayud, la situación se fue complicando a medida que pasaban las horas. En la ciudad, llegaron a acumularse hasta diez centímetros de nieve y el alcalde, Víctor Ruiz, pidió la colaboración de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que se había desplazado a la zona en previsión de complicaciones.


El batallón de Zaragoza contaba con dos quitanieves equipados con cubas de sal, un vehículo TOA (que permite arrastrar un tráiler, en caso de quedar cruzado en la calzada), una ambulancia, un equipo de comunicaciones y otros diez vehículos, cargados con material de emergencia (mantas, alimentos, etc). En total, se movilizó a 37 militares, que han pasado la noche en Calatayud. Entre otros lugares, la UME tuvo que actuar en los accesos al Hospital Ernest Lluch, ya que algunos trabajadores no podían llegar. En la capital bilbilitana, equipos de la DGA y de Fomento trabajaron con palas durante buena parte de la tarde, informa Silvia Lacárcel.