FAMILIA

Aragón, entre las comunidades con menor tasa de rupturas matrimoniales

La ciudad autónoma de Melilla y las comunidades de Canarias y Cataluña registraron en 2008 las mayores tasas de disoluciones matrimoniales -divorcios, separaciones y nulidades-, según datos del Instituto Nacional de Estadística, que sitúa a Aragón entre las que tienen una de las más bajas.

El informe 'Estadística de Nulidades, Separaciones y Divorcios' revela que el pasado año se produjeron 118.939 disoluciones de matrimonio, lo que supone un descenso del 13,5 por ciento respecto al año anterior.


Por tipo de ruptura, las separaciones cayeron en un 24,4 por ciento y los divorcios en un 12,5 por ciento.


Según el INE, las comunidades autónomas que registraron menores tasas de ruptura fueron Castilla y León (1,75), Extremadura (1,80) y Castilla-La Mancha (1,83). Melilla, con un 3,58, Canarias (3,28) y Cataluña (2,98) fueron, por contra, los territorios donde más disoluciones matrimoniales se produjeron en 2008.

Por tipo de ruptura matrimonial, en 2008 se produjeron 8.761 separaciones (un 24,4% menos que en el año anterior), 110.036 divorcios (un 12,5% menos) y hubo 142 nulidades, un 5,3% menos que en el año 2007.


Así, los divorcios representaron el 92,5% de las disoluciones matrimoniales en el año 2008, frente al 7,4% de las separaciones y el 0,1% de las nulidades. De esta forma, se consolida la tendencia al alza de los divorcios en el global de las disoluciones matrimoniales.


Del total de divorcios, el 63,7% fueron de mutuo acuerdo y el 36,3% no consensuados. En el 21,4% de los divorcios hubo separación previa (frente al 26,6% del año anterior). Por su parte, el 64,6% de las separaciones fueron de mutuo acuerdo y el 35,4% contenciosas.


En 2008 se produjeron 116 disoluciones de matrimonios homosexuales, de los que 69 fueron rupturas entre varones y 47 entre mujeres.


El mayor número de rupturas tuvo lugar en la franja de edad entre los 40 y 49 años, tanto en hombres como en mujeres. La edad media de las mujeres en el momento de la disolución matrimonial fue de 41,7 años (41,5 años en los divorcios, 44,8 en las separaciones, y 40,3 en las nulidades). En el caso de los hombres, la edad media fue de 44,2 años (44,0 años en los divorcios, 47,1 en las separaciones y 43,8 en las nulidades).


Estas edades fueron ligeramente superiores a las registradas en 2007 (43,8 años para los hombres y 41,2 para las mujeres).


El 88,2% de las disoluciones matrimoniales registradas en 2008 tuvo lugar entre cónyuges de nacionalidad española, mientras que en un 7,7% uno de los cónyuges fue extranjero y en un 3,8% de los casos ambos cónyuges fueron extranjeros. Se aprecia un ligero aumento respecto al año anterior, en términos relativos, de las disoluciones en las que al menos uno de los cónyuges es extranjero.


La duración media de los matrimonios disueltos fue de 15,6 años, igual que la observada el año anterior. Los matrimonios disueltos por divorcio tuvieron una duración media de 15,4 años, las rupturas por separación de 19,1 años y los anulados de 9,3 años.


El 30,0% de los divorcios se produjo después de 20 años de matrimonio y el 20,4% en uniones que duraron entre seis y 10 años. En el caso de las separaciones, el 42,3% de los matrimonios tuvo una duración superior a 20 años y el 17,8% entre seis y 10 años.


Atendiendo al estado civil de los cónyuges cuando contrajeron el matrimonio que se disuelve, la mayoría eran solteros. En el caso de los varones, el 4,9% eran divorciados y el 0,7% viudos. En el caso de las mujeres, el 4,2% eran divorciadas y el 0,4% viudas.


Más de la mitad con hijos menores


El 54,0% de los matrimonios disueltos en el año 2008 tiene hijos menores de edad, cifra ligeramente superior al 52,0% observado en 2007. El 30,9% de los matrimonios disueltos tiene un solo hijo.


En el 56,9% de las disoluciones matrimoniales se asignó una pensión alimenticia (55,0% en 2007). Entre ellas, en el 89,9% de los casos el pago de la pensión le correspondió al padre, en el 4,2% de los casos a la madre, en el 5,9% a ambos cónyuges.


La custodia de los hijos menores fue otorgada a la madre en el 86,0% de las rupturas matrimoniales, al padre en el 4,0%, fue compartida por ambos cónyuges en el 9,7% y a otros (familiares, instituciones) en el 0,3%.


En lo que concierne a la persona que presentó la demanda de disolución matrimonial, en un 43,9% de los casos fue presentada por ambos cónyuges, en un 33,7% por la esposa y en un 22,4% por el marido. Este orden de prelación se mantiene tanto en los divorcios como en las separaciones.


El 71,2% de los procesos de disolución se resolvió antes de seis meses, mientras el 8,5% tardó más de un año en resolverse. En el caso de los divorcios, el 71,1% de las demandas se resolvieron en menos de seis meses y el 8,5% se demoró más de un año. En las separaciones, el 73,2% se resolvió en menos de seis meses, mientras que el 8,5% tardó más de un año.


La duración media de los procesos fue de 5,0 meses, ligeramente superior a los 4,7 meses observada en el año anterior. No se observa diferencia en la duración media del proceso entre separaciones y divorcios.


El número de disoluciones matrimoniales por cada 1.000 habitantes en España fue de 2,58 en el año 2008. Por comunidades autónomas, las que registraron las mayores tasas fueron la ciudad autónoma de Melilla (3,58), Canarias (3,28), Cataluña (2,98), la ciudad autónoma de Ceuta (2,93) y Comunidad Valenciana (2,91).


Por el contrario, las comunidades autónomas con menores tasas fueron Castilla y León (1,75), Extremadura (1,80) y Castilla-La Mancha (1,83).