Los tocamientos por debajo de la ropa en cualquier zona del cuerpo son abuso sexual
El Supremo corrige al tribunal superior de Baleares y condena a 12 años de cárcel a un profesor que manoseaba de forma reiterada a cuatro alumnas.
Los tocamientos por debajo de la ropa, se produzcan en la parte del cuerpo que se produzcan, constituyen siempre un delito contra la libertad sexual. Así lo deja claro el Tribunal Supremo en una sentencia por la que corrige un fallo previo del Tribunal Superior de Justicia de Baleares, cuyos magistrados no aceptaron esta calificación penal, corrigieron la sentencia del tribunal de instancia y redujeron los tocamientos sufridos por unas menores a manos de su profesor a un simple delito leve de coacciones solo porque no se produjeron en partes de alto significado sexual como pueden ser los pechos o el culo.
La Sala de lo Penal del alto tribunal, que acepta los recursos de la Fiscalía y del colegio religioso donde estudiaban las chicas, que actúa como acusación particular, condena a doce años de prisión a este profesor de Matemáticas de la ESO por los tocamientos y manoseos que realizó por el interior de la ropa a cuatro alumnas, tres de ellas de 12 años y la cuarta de 16, entre los años 2016 y 2018, en un colegio de Mallorca. El Supremo por tanto repone las penas de prisión impuestas en primera instancia por la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca, que el superior había dejado en meras multas, tras certificar que se trató de delitos de abuso sexual (tres de ellos sobre menores de 16 años y varios continuados).
Para el alto tribunal, "las acciones ejecutadas por el acusado como profesor del colegio sobre las alumnas que estaban a su cargo, introduciendo sus manos por el interior de las ropas de las menores y tocando o manoseando diferentes partes del cuerpo, conducta que reiteró en diversas ocasiones durante el curso escolar, unido al hecho declarado probado de que lo hacía con la intención de satisfacer su deseo sexual, constituyen actos de inequívoco carácter sexual que deben incardinarse en los tipos de los artículos 182 y 183 del Código Penal".
"Tiene razón el Ministerio Fiscal -añade el fallo- cuando afirma que el comportamiento del profesor excede de lo que puede denominarse como tocamientos fugaces o esporádicos que, en ocasiones, han conducido a considerar los hechos como constitutivos de una falta del artículo 620.2 del Código Penal, actualmente delito leve de coacciones".
Interpretación restrictiva
La sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Julián Sánchez Melgar, subraya que "no puede sostenerse que solamente el tocamiento de los senos, las nalgas o la zona púbica puede integrar el tipo penal de contenido sexual, porque dicho criterio, además, no es conforme con la dicción literal de los preceptos cuya infracción se denuncia, que no aluden a zona corporal alguna en concreto". "No puede considerarse abuso (hoy agresión sexual) tan solo el que se proyecta sobre dichas zonas corporales, ya que puede haber tocamientos y manoseos en otras zonas del cuerpo que, por sus características, como ocurre en el presente caso, sean también actos que atenten contra la libertad sexual de forma clara y diáfana", aclara.
El tribunal, de acuerdo con la Fiscalía, señala que "cualquier espectador imparcial, sin especiales conocimientos jurídicos, entiende que las conductas realizadas por el acusado sobre las menores, por su propia gravedad intrínseca y prolongación en el tiempo, lesionan la indemnidad sexual de las menores".
La sentencia de la Audiencia de Mallorca, en otros aspectos que no fueron modificados por el tribunal superior de Baleares, condenó al profesor, además de por los delitos de abusos sexuales a las cuatro alumnas, a penas de multa por delitos leves de coacciones por sus acciones con otras tres alumnas, en dichos casos tocamientos realizados por encima de la ropa, aspecto que el Supremo sí que confirma.
