Un sombrero bicornio de Napoleón, vendido por casi dos millones de euros
El mejor postor se llevó uno de los pocos auténticos que Bonaparte usaba en el campo de batalla.
El sombrero que usaba Napoléon Bonaparte en su época de imperio e invasiones salió a subasta este domingo en Francia, y se vendió por 1,9 millones de euros, más de tres veces el precio máximo que esperaban los vendedores. En las afueras de París, la casa Osenat tuvo en exhibición durante los días previos el bicornio negro, con el que más se ha retratado y caracterizado a Bonaparte.
En concreto, éste lo utilizó cuando "gobernó Francia en el XIX y libró la guerra de Europa", dicen los vendedores en su web, desde donde se podían recibir ofertas. Estaba valorado entre los 600.000 y 800.000 euros, pero terminó batiendo el récord, impuesto en 2014, para un sombrero napoleónico, que era de 1,88 millones de euros.
La pieza está descolorida por el uso, lo que la hacía más atractiva a los ojos de los coleccionistas, y tiene como insignia los colores de la bandera francesa, azul, blanco y rojo. El comprador que pagó los casi dos millones de euros este domingo en la tarde prefirió el anonimato, pero trascendió que se trata de un coleccionista privado. Sólo se sabe que los postores pujaban de "todo el mundo", según dijo el subastador a medios locales.
Dicen que Napoleón tenía su propio estilo, distinto al de los demás oficiales de su ejército, gracias a este sombrero que tiene las puntas mirando hacia los hombros, mientras los otros gorros de los oficiales apuntaban hacia delante. Todo tiene su explicación. Ese extravagante diseño, ahora considerado torero, permitía que sus soldados le identificasen rápidamente en el campo de batalla, y así se le llamó al modelo: "En bataille".
Labrada su reputación en el fervor que le tenía su tropa, y que le sacó de más de un apuro, Napoleón traducía su genio militar sobre el terreno de combate con este objeto. Los historiadores calculan que tuvo unos 120 sombreros como el que ahora se cuida en una colección particular, de los que quedan una veintena auténticos, la mayoría en museos. Sólo cuatro o cinco están en manos privadas, sostuvo la casa de subastas.
El sombrero fue recuperado por uno de sus intendentes, asegura el relato, un tal Pierre Baillon, compañero de faenas hasta las últimas horas. Muerto Bonaparte, lo adquirieron muchos otros fetichistas hasta que llegó a las manos del empresario francés Jean Louis Noisiez, que falleció en 2022 y cuya colección ahora sale al público.
Entre otros objetos que se remataban del dictador que se coronó a sí mismo estaban un cepillo de dientes de plata, una pieza del carruaje napoleónico saqueado después de su derrota, un neceser de caoba con el escudo de armas y navajas de afeitar y otros enseres.
Tras el pillaje posterior a 1815, durante la retirada francesa del norte europeo se perdieron unos 180 kilos de objetos, indica Osenat. En la práctica, el gorro hecho de fieltro de castor negro era la corona sin joyas de Napoléon. Ahora algún millonario quizás lo use en una fiesta de disfraces.
