Tercer Milenio
En colaboración con ITA
Proyectos tecnológicos para producir sin dañar el planeta en la Feria Maker de Roma
El mayor evento de tecnología y mundo ‘maker’ de Europa celebró su undécima edición en Roma.
No queda otra que desarrollar hoy infinidad de tecnologías para la sostenibilidad del planeta, para el cuidado del medio ambiente. El agotamiento de los recursos naturales, la necesidad de conservar los que nos quedan, ha traído innovación tecnológica a nuestras vidas y, sobre todo, a las ferias ‘maker’ como la de Roma, el mayor encuentro de este tipo en Europa, que celebró en octubre su undécima edición. Divulgación pero también ocasiones de negocio es lo que ofrece anualmente a desarrolladores/as de tecnología y a la propia ciudadanía la Cámara de Comercio romana, organizadora de la Maker Faire Rome (MFR).
Durante tres días, esta feria acoge más de seiscientos proyectos, principalmente de ‘startups’ (nuevas empresas pequeñas), este año con el protagonismo ineludible de la inteligencia artificial y la robótica, al servicio sobre todo del medio ambiente, la inclusión social, la salud, el entorno laboral y la ciberseguridad. "La Feria Maker promueve el intercambio de ideas y la evolución de las tecnologías; presenta prototipos que ayudan a cambiar el mundo", dice el responsable de contenidos del evento, Alessandro Ranellucci.
Tercer Milenio ha sido uno de los 70.000 visitantes de la MFR y único medio de comunicación español allí, respondiendo a la propuesta del lema de este año: ‘Da un salto hacia el futuro’. Así que, adelante.
En Bronte, la ciudad siciliana del pistacho, han ideado, para hacer frente a los cambios meteorológicos, un soplador de polen en forma de dron que facilita la fertilización. Al ser zona volcánica (Bronte está junto al Etna) no pueden entrar tractores. Y lo mejor es que lo han inventado estudiantes de un instituto de la localidad. "Con este prototipo hemos obtenido un incremento de la producción de pistacho de un 24%", decía Mauricio Paraselete, uno de sus autores y uno de los muchos ‘makers’ que esperaban en la feria la llegada de un inversor que ponga su invento en el mercado.
Los paneles solares experimentan: los hay flexibles, para adaptarse a superficies que no son planas (caravanas, embarcaciones, carritos de golf...); y otros tienen sensores que les hacen moverse como girasoles en busca de la luz. También innovan las turbinas eólicas haciendo una curva en el extremo de sus palas, "introduciendo con ello una doble rotación que incrementa la producción de energía en un 20%", explica el ingeniero Giorgio Palamara, su inventor. El caso es producir energía sin emitir gases de efecto invernadero, causantes del cambio climático. Y, por eso, ahora ‘está de moda’ la geoenergía, impulsada por la inteligencia artificial (IA) y representada en la MFR por Biosphera Genesis, una unidad habitable energéticamente autosuficiente.
También el reciclaje es fundamental. Por eso el alumnado de la Universidad Sapienza de Roma ha creado un contenedor de basura inteligente donde se tiran todos los residuos juntos, sean del tipo que sean, y un sistema interno reconoce si son orgánicos, plástico, papel, vidrio... y los distribuye. Más facilidades, imposible.
Los videojuegos ayudan, y mucho, a la concienciación sobre los cuidados que precisa el planeta. La tecnología Nintendo se ha puesto al servicio del reciclaje de la basura doméstica, para enseñar a los jóvenes la necesaria diferenciación de los colores de los contenedores.
Al mismo tiempo, las y los ‘makers’ han monitorizado el mundo vegetal para su mejor aprovechamiento, para que, por ejemplo, las ‘apps’ avisen de la existencia de insectos antes de que sean plaga o para que sea posible el riego predictivo. Además, los robots con IA se están ocupando de la agricultura de precisión, esa que utiliza los datos para optimizar la producción. En la feria estaban vendimiando.
Huertos domésticos
Se vieron en la MFR numerosas propuestas de huertos domésticos, para cultivar en casa o en zonas desérticas en habitáculos que reúnen las necesidades de dichos cultivos, con un mínimo consumo de agua. Había también aplicaciones para comprobar el valor nutricional de los alimentos, productores de fruta que elaboran chips y purés con las piezas que no llegan al mercado, productores de aceite de oliva que hacen compost con los residuos molidos de las aceitunas, fabricantes de galletas con harina de grillo y estudiantes de secundaria que, para no usar plástico, han inventado un material hecho con champiñones con el que fabrican infinidad de cosas.
Los drones se han convertido en vigilantes de todo. Y, pertrechados con tecnología de resonancia magnética, detectan si bajo el suelo hay acuíferos, restos arqueológicos o minerales. De esto, Daniela Tamburrino mostraba un prototipo llamado Hydrohunter. Otros desarrollos tecnológicos tratan de apagar incendios, como el robot AirCoreFire Dasp, y de evitar que muramos en un terremoto, como Lifeshell, un modelo en código abierto (característica ‘maker’) para construir mesas especiales de madera bajo las que guarecerse en caso de movimientos sísmicos.
La emoción que provoca la reunión en la MFR de tantos y tantos ‘pequeños leonardos’ no excluye la mirada hacia grandes empresas que ponen su grano de arena por la sostenibilidad. En un pabellón de la feria enteramente dedicado al deporte, se exhibía material empleado ayer y hoy, aludiendo a gigantes como Adidas que ya trabajan con materiales plásticos reciclados en la fabricación de sus zapatillas y ropa deportiva.
Otras empresas han nacido ya directamente para combatir el despilfarro y la contaminación que conlleva. En ese mismo pabellón deportivo, Doctor Bike daba paseos en bicis dobles al público de la feria para contar su cometido: "Trabajamos en red en gran parte del mundo prestando asistencia técnica en carretera e incluso a domicilio", contaba Elisa Lombardi. En Italia, recuperan y restauran bicicletas con Ciclo Riciclo, fabrican vehículos inclusivos (para llevar a otras personas) con Aspassobike y promueven el cicloturismo.
Tecnologías para hacer la vida más fácil
Inclusión: todas las personas, sean cuales sean sus capacidades y/o condición social, han de tener el mismo acceso a las experiencias que nos ofrece la comunidad. Y a trabajar por la inclusión de personas discapacitadas están dispuestas miles y miles de ‘startups’ en el mundo. La Feria Maker de Roma expuso muchas de sus soluciones. Como la de Officine Zero, una multifactoría que recicla ruedas de patinetes de alquiler en desuso y las pone en sillas de ruedas, "con una placa electrónica muy simple (por supuesto de código abierto) y muy fáciles conexiones". Los inventores aseguran que estas ruedas dan más independencia a sus usuarios porque son pequeñas y caben en sitios como los ascensores.
Para que las personas adolescentes con discapacidad aprendan a hacer la compra, elegir los productos, manejar el dinero y los precios, pagar y recoger las vueltas, We Do FabLab, otro laboratorio de emprendedoras/es, ha creado un juego interactivo con realidad virtual. Y los ‘makers’ Rita Consonni y Luciano Fumagalli han fabricado un dispositivo para personas sordas, "muy barato", que amplifica la frecuencia de la voz de quienes les hablan. "Y si estás en el campo, se carga con un panel solar".
Para aprender braille con mucha facilidad, Katerina Koleva y Magda Zukowska, estudiantes del Instituto Europeo de Tecnología, mostraban en la Feria de Roma un sistema de botones, vibración táctil y audio, todo integrado en un cubo que cabe en la mano, denominado ‘Brailly’. Y Ken Endo, el inventor de la prótesis de fibra de carbono con la que el atleta japonés Keita Sato ganó una medalla en los Juegos Paralímpicos de Río, estuvo en la feria presentando un espectáculo de danza con bailarines que llevaban sus prótesis. ‘Tecnología para las artes’ lo llamó él.
Y es que el arte ha deslumbrado a muchas tecnologías, o es la tecnología la que resulta fascinante para muchas y muchos artistas. Fabio Viola, por ejemplo, se presentó en Roma como arqueólogo y diseñador de videojuegos. Dijo que estos "pueden tener carácter terapéutico", que los suyos transcurren "en escenarios culturales reales" como los museos y que lo que sucede en ellos "es siempre fruto del ingenio colectivo".
Estuvieron en la feria los españoles Daniel Rosero, de Barcelona, y Ángel Cabello, de Zaragoza. Rosero mostró su interfaz para que las y los músicos aprovechen sus propios gestos en la generación de efectos de sonido; creada junto a Katalina Soto. Y Cabello presentó su calculadora ‘hágalo usted mismo’ con matemáticas simbólicas y un programa fácilmente personalizable.
Había también una reproducción de la momia de Ramsés II con piel de maíz y combucha firmada por la Universidad Sapienza, información de monumentos europeos en QR y realidad virtual, obra del alumnado de un colegio de Estonia, hologramas con inteligencia artificial interactuando con el público y un programa llamado Sidereus que oferta actividad cultural a los y las astronautas de la NASA.
Y para velar por todos los entornos virtuales: la ciberseguridad, muy presente en la MFR. El ingeniero japonés Hiroshi Ishiguro, de la Universidad de Osaka, presentó su avatar, "que es mejor persona que yo", bromeó. Y se refirió a la "gran utilidad" que, según él, tiene la tecnología avatar para "facilitar espacios comerciales seguros". Auguró que, para 2050, se habrá completado la "virtualización del mundo real" y podrá existir un "gobierno digital con avatares". Ishiguro presentó la "nueva generación de robots que interactúan con otros robots" y habló de ética y filosofía para referirse a una futura "sociedad robótica más humana".
Startups, las inventoras del siglo XXI
Una ‘startup’ es una empresa joven con ‘sede’ en internet y de corte innovador, lo que le confiere grandes posibilidades de crecimiento. Este año, en la Feria Maker de Roma, la mayor parte de los proyectos exhibidos eran de ‘startups’, que ganan promoción en este tipo de eventos y suben peldaños en su internacionalización. Según las y los expertos, el mundo vive hoy una explosiva proliferación de estas empresas, "creadas la mayoría en China y Estados Unidos en torno a la inteligencia artificial", confirma Stefan Petersson, uno de los muchos inversores invitados a la feria, de la empresa noruega Xplorico.
"Son las ‘startups’ las que firman casi todas las innovaciones en estos momentos", dice Petersson, por lo que reprocha a la Comisión Europea que no las apoye más y que "solo invierta en grandes proyectos". A su juicio, en los países nórdicos es donde hallan las ‘startups’ un "mejor ecosistema para su desarrollo". No obstante, elogia las aceleradoras de empresas que tienen casi todas las universidades europeas y afirma que los mundos empresarial y académico han de ir siempre de la mano.
Algo que también necesita Europa es, según Corinne Raclin, responsable de la incubadora de empresas del campus de París, "más proyectos de industrialización, para no depender tanto de Asia". Promotores de innovación como ella son también invitados por la Maker Faire Rome para conectar con ‘startups’. De la inteligencia artificial destaca Raclin que "permite una mejor conexión con la realidad en el desarrollo de proyectos, de cara a una producción más limpia".
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