Lo que iba a ser una entretenida jornada de buceo, en el fondo del atolón de Vaavu, en las paradisíacas Maldivas, se convirtió para el buceador en apnea y fotógrafo submarino, Ibrahim Shafeeg, de 37 años, y su amiga Carmen Canovas Cervello, de 30 años, en uno de los momentos más sorprendentes y complicados de su vida como buceadores. 

Y todo ello porque un tiburón nodriza de 90 kilogramos mordió a su compañera de inmersión en las aguas de las islas Maldivas, en el océano Índico, instante que él recogió con su cámara, tal y como señala  el 'Mirror'.

En su paseo por el fondo del mar, ambos aventureros se encontraron con una decena de tiburones nodriza nadando libremente a su alrededor. Y fue más de 45 minutos después cuando se produjo este incidente. 

La joven, enfermera de profesión, salió rápidamente del agua para comprobar las consecuencias de la mordedura en la espalda y el hombro, y en la superficie ratificó que el animal le había dejado una marca de alrededor de 15 centímetros de diámetro en su cuerpo. 

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Pero lejos de asustarse, la pareja, después de limpiar la herida, decidió volver a sumergirse en las aguas del atolón y seguir disfrutando de su experiencia de buceo rodeados de una decena de tiburones nodriza, que seguían nadando libremente a su alrededor.

Animales inofensivos

Los expertos en el mundo marino aseguran que los tiburones nodriza son generalmente inofensivos, no suelen ser agresivos y no representan ningún peligro para el hombre. Lo que también señalan es que, si se les provoca, pueden atacar. Y en este caso, aunque Ibrahim y Carmen lo hicieran sin ser conscientes de ello, el tiburón atacante pudo sentirse molesto o intimidado por  su presencia y sacó los dientes a pasear.