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Cómo identificar los problemas del suelo pélvico y qué hacer para tratarlos

La incontinencia urinaria puede ser el primer síntoma, pero hay otros que deberían ponerte sobre aviso.

La incontinencia urinaria es el primer síntoma de debilitamiento del suelo pélvico.
La incontinencia urinaria es el primer síntoma de debilitamiento del suelo pélvico.
Pixabay

Un suelo pélvico tonificado y bien cuidado mejora la salud en general y ayuda a tener unas relaciones sexuales más placenteras. En las mujeres, el embarazo y el parto son los principales causantes del deterioro de la zona perineal, y en los hombres, las cirugías prostáticas, entre otras patologías. Pero hay muchas otras causas, más allá de la edad, que también acelera el envejecimiento de este grupo muscular.

Los síntomas de que el suelo pélvico está debilitado son:

Pérdidas de orina: es el primer aviso. Tener pequeñas fugas al reír, toser o saltar indica que el músculo no está trabajando como debiera y está más laxo. También puede darse la incontinencia de gases e incluso de heces, si el suelo pélvico está muy deteriorado.

Prolapsos: el debilitamiento del suelo pélvico puede provocar que órganos como la vejiga, el recto o el útero se desplacen hacia abajo y causar pesadez en la zona vaginal o genital. Incluso, en casos extremos, se puede sentir, e incluso ver y tocar, un bulto, según el grado de prolapso que se sufra.

Atrofia vaginal: debido a factores como la falta de irrigación, la escasa actividad muscular o sexual, o determinadas enfermedades como el cáncer, pueden hacer que poco a poco la piel de la vagina se debilite y se pegue, por lo que la actividad sexual resulta dolorosa o incluso imposible.

Orgasmos menos intensos o incluso anorgasmia: la contracción que se produce en el suelo pélvico durante el orgasmo es más suave, ya que este se encuentra más debilitado y colgante, con lo que la intensidad del orgasmo disminuye.

¿Qué podemos hacer para fortalecer la zona?

Lo primero, acudir al especialista, que será quien determine qué tratamiento es el idóneo para cada caso.

Trabajar la musculatura del suelo pélvico de forma preventiva desde jóvenes o antes de que aparezcan los síntomas. Hay distintos modos de trabajarla, desde las bolas chinas a los ejercicios de Kegel. Se trata de contraer y relajar el suelo pélvico, sin empujarlo. También es importante contraer la zona antes de realizar esfuerzos, como cargar pesos o estornudar.

Tonifica la zona abdominal. Con los ejercicios adecuados y siempre bajo la dirección de un experto.

Practica yoga o pilates. Determinados ejercicios, como hacer el puente sujetando un balón entre las piernas, ayudan a fortalecer la musculatura pélvica.

Come sano: evita el estreñimiento y el sobrepeso, que debilitarán tu suelo pélvico.

Cuida la postura: caminar erguido ayuda a fortalecer la zona pélvica.

Juguetes sexuales: además de fortalecer la musculatura pélvica, mejorará tu vida sexual. Consulta a un especialista si tienes incontinencia o has sufrido prolapsos.

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