Isabel Preysler en busca de la tranquilidad tras la ruptura con Mario Vargas Llosa
La madre de Tamara Falcó desmiente que tenga una "nueva ilusión".
Fue anunciar su ruptura con Mario Vargas Llosa y comenzar las especulaciones sobre una posible nueva ilusión de Isabel Preysler. Es más, hay hasta una lista de posibles candidatos, entre los que se encuentran desde le dueño de Mango, Isak Andic, hasta el viudo de la duquesa de Alba, Alfonso Díez, pasando por Luis Miguel Rodríguez, a cuyos encantos se han rendido mujeres como Ágatha Ruiz de la Prada o Carmen Martínez Bordiú. Sin embrago, parece que la madre de Tamara Falcó no está por la labor. "Lo único que quiero es estar tranquila una temporada larga o el resto de mi vida con mis nietos, que es lo único que mi divierte", ha dicho a la periodista Pilar Vidal.
Fue Alejandra Prat la que habló en el programa de 'Y ahora Sonsoles' de esa posible "nueva ilusión". "Parece ser que Isabel tiene una nueva ilusión en Sevilla, pero no hay nombres. Es un rumor", decía la colaboradora. De hecho, desde que la 'socialité' hablara de "escenas de celos infundados" como principal causa de separación del escritor, surgieron las primeras voces que apuntaban a que quizás no fueran tan infundados.
Y es que la vida de Isabel está repleta de grandes amores en los que sufrió y provocó la infidelidad. Junto a Julio Iglesias conoció el amargo sabor de la traición. El cantante es conocido por sus deslices y por las numerosas mujeres que han estado a su lado y de las que no ha dudado en jactarse. En julio de 1978, con tres hijos en común -Chabeli, Enrique y Julio José- Isabel lo tuvo claro: "Julio, tú tuviste que pedirme muchas veces que nos casáramos, pero yo te voy a decir una sola vez que nos separamos", espetó. Al día siguiente, su revista de cabecera publicaba la ruptura.
Sin embargo, fue con Miguel Boyer, su último marido, cuando conoció la electrificante sensación del amor furtivo. Ella estaba con Carlos Falcó, marqués de Griñón y padre de Tamara; él, con la ginecóloga Elena Arnedo, madre de sus dos hijos, Laura y Miguel.
Corrían los años 80 y de entonces datan las crónicas que hablan de escapadas en el maletero de un coche, de viajes en común de los dos matrimonios y de encuentros clandestinos del que fuera ministro de Economía y Hacienda con la eterna reina de corazones. Una situación que saltó por los aires en el verano de 1985 con la dimisión de Boyer. 'Boyer, bronca con Guerra y amor por Preysler', publicó la revista 'Interviú' tras lo que se precipitaron los anuncios de ruptura del exministro y de Isabel para comenzar su vida en común, que duraría hasta el fallecimiento del político en 2014. Junto a él llevó una vida tranquila como la que ahora quiere recuperar, disfrutando de sus nietos, que parecen ser su mayor motivación.
