Toca prepararse para el cambio climático: así será España con 2 grados más 

En un escenario pesimista, los 40 grados se superarán medio mes al año, los ríos y acuíferos fluirán a medio gas, el Delta del Ebro estará bajo el mar y la fiebre del Nilose extenderá por los insectos

Una flor emerge de la tierra cuarteada por la sequía
Una flor emerge de la tierra cuarteada por la sequía
Pixabay

Los mensajes sobre el cambio climático suelen ser tan catastróficos como alejados en el tiempo. Algo que, opinan muchos expertos, a veces impide al ciudadano medio tomar conciencia de que este fenómeno ya se deja notar en nuestro entorno más cercano. En España, el clima, el territorio y la naturaleza han cambiado y seguirán cambiando por el ascenso progresivo de las temperaturas.

Frente a esta realidad común a todos los países del globo, además de intentar estabilizar su avance con acciones concretas, también toca prepararse. Conscientes de ello, los países reunidos en la cumbre del clima, que ahora se celebra en Egipto, dan cada vez más protagonismo al presupuesto destinado, no ya a mitigar el cambio o reparar sus daños, sino a adaptarnos para lo que viene. Qué obras, qué planes, qué puntos débiles hay que atender para que este fenómeno deje las menos secuelas posibles en nuestras sociedades.

El Mediterráneo, y España como país perteneciente a este enclave geográfico, está considerado "epicentro" del cambio climático. "Los países del arco mediterráneo sufrirán de manera especialmente intensa los impactos", advierten los miembros del panel de expertos de la ONU (IPCC).

Estos publican periódicamente datos y modelos predictivos sobre las consecuencias del cambio climático en distintos puntos del planeta. Basándose en ellos, los técnicos especialistas del Ministerio de Transición Ecológica de España han identificado cuáles serían estos efectos en nuestro país en este siglo, en un escenario pesimista de emisiones globales de gases de efecto invernadero y el consiguiente calentamiento global. El Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2021-2030 (PNACC) recopila los posibles escenarios a los que nos enfrentamos de no revertirse pronto la escalada de emisiones.

Temperaturas: 16 días al año a más de 40 grados

El incremento de la temperatura media de 2 grados (y en el peor de los escenarios, algunas décimas más) es uno de los puntos que más notaría la población. Partimos de la base, tal y como recoge el citado documento, de que España ya ha subido 1,7 grados desde la era preindustrial. Si se tiene en cuenta que los científicos hablan de que estamos en 1,1 grados de calentamiento global, nuestro punto de partida es peor. El verano de 2022 dejó buena muestra de esto, con olas de calor tan prolongadas que hicieron saltar las alarmas. Estas, en la España del cambio climático, serán el doble de largas y el doble de intensas. "Se espera que la proporción de días cálidos se incremente en casi un 50% para el escenario de emisiones más pesimista", versa el citado trabajo. La traducción, según el panel del IPCC, es de 16 días al año de más de 40 grados como norma a corto plazo (año 2040). El termómetro se mantendría alto especialmente en verano y en otoño. De hecho, según la Aemet, el verano ya se ha alargado una media de nueve días por década. Ahora dura 5 semanas más que en los 80. Con esta progresión, para mitad de siglo podría durar unos cinco meses. Pero no todos los españoles lo sufrirían por igual. Por regiones, las más castigadas serían las del interior peninsular y el este. De las olas de calor se librarían Galicia, comunidades de la cornisa cantábrica y La Rioja. Sufrirán más, por contra, las comunidades del levante español, como en Murcia, en Baleares y especialmente en Canarias. Concretamente en este archipiélago, en un escenario pesimista de cambio climático, el anticiclón de las Azores se desplazaría hacia el este y se debilitarían los vientos alisios, con lo que las islas se 'africanizarían', ya que les llegaría el viento africano y el polvo del Sáhara.

Subida del nivel del mar: adiós al Delta del Ebro

El incremento de las temperaturas conllevará un deshielo que incrementará el nivel de mares y océanos. En el citado documento, se calcula que en el corto plazo (año 2045), la subida sería de hasta 45 centímetros. En el peor de los escenarios, a final del siglo se superarían los 75 centímetros. Esto tendría más efecto en Cádiz (incluida la ciudad), la cornisa atlántico-cantábrica, Baleares y Canarias, con más de un metro de subida en esta última. El Delta del Ebro sería una de las áreas reconocibles afectadas, ya que no solo quedaría anegado, sino que la penetración del mar afectaría a las tierras adyacentes, que quedarían salinizadas. El puerto de Castellón o el aeropuerto del Prat también serían puntos débiles de esta proyección, así como la manga del Mar Menor y las marismas de Andalucía, incluida Doñana, uno de los ecosistemas de humedal más valiosos de Europa.

Aridez y sequía: el Guadalquivir, casi a la mitad

La paradoja del cambio climático traería una crecida de las aguas pero también una mayor aridez de la tierra, especialmente en el interior de la Península. En las últimas décadas, este fenómeno ya se ha dejado notar. Los terrenos "semiáridos han aumentado en unos 30.000 km2 , en torno al 6% de la superficie de España", dice el citado trabajo. Las zonas más afectadas son Castilla-La Mancha, el valle del Ebro y el sureste peninsular. Junto a ello, las lluvias tenderán a disminuir, más en el cuadrante suroeste, y los ríos perderán un 24% de su caudal. En las zonas más sensibles pueden perder hasta el 40% del caudal. Estas son Andalucía, Baleares y Canarias. La reducción de la recarga de acuíferos se sumaría a este fenómeno. Según un estudio de la Comisión Europea, con un calentamiento global de 2 grados, las reservas se reducirían en 3.272 hm3 /año. Eso se traduce en un 15% menos del agua que anualmente se extrae para los regadíos desde ríos y acuíferos. Las sequías de dos años, finalmente, serán frecuentes en este siglo.

Insectos y contaminación: expuestos a la fiebre del Nilo

La tierra, el clima, la biodiversidad son, así, las principales afectadas por el cambio. Pero estos factores están íntimamente ligados con la salud humana. En el PNACC advierten de que el cambio climático traerá una España con un aire más contaminado (la temperatura incide directamente en este factor), una menor calidad en las aguas y un cambio en lo que llaman los 'vectores' contagiosos. Es decir, en insectos y parásitos que transmiten enfermedades. Ya existe un plan nacional que aborda las actuaciones referidas a Dengue, Chikungunya y Zika, "todas ellas trasmitidas por mosquitos en expansión en España favorecidos por el cambio climático". La leishmaniosis, la tularemia, la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo o la fiebre del Nilo Occidental serán protagonistas y, con ellas, los mosquitos y garrapatas. 

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