Marta Luisa de Noruega se despoja de la corona

Se aparta de sus obligaciones como miembro activo de la Familia Real para centrarse de lleno en los negocios de su prometido.

La princesa Marta Luisa de Noruega y su novio, el chamán Durek Verret.
La princesa Marta Luisa de Noruega y su novio, el chamán Durek Verret.
EFE

Marta Luisa de Noruega no volverá a representar a la Corona en ningún acto oficial. Se la podrá volver a ver vestida de largo, incluso coronada con las impresionantes tiaras familiares, pero ha dejado de ser miembro activo de la Familia Real. Lo ha hecho empujada por los reyes Harald y Sonia, aunque ella ha venido a decir que lo hace por decisión propia. El porqué oficial es que Marta Luisa quiere dar un paso al lado para centrarse de lleno en los negocios que ha puesto en marcha con su prometido, el chamán Durek Verrett. "Si su vida se ha vuelto difícil debido a algunas cosas que he hecho, no fue nunca mi intención", cuenta Verrett como broche final al vídeo que Marta Luisa ha compartido con sus seguidores en Instagram para anunciar su adiós oficial de la Corona.

"La princesa quiere contribuir a una distinción más clara entre sus propias actividades y la conexión con la Casa Real", aseguró este martes en un comunicado salido de palacio, en el que también se especificó que Marta Luisa, por decisión del rey Harald, mantendrá su título de princesa. Eso sí, con condiciones. No podrá utilizar el título en sus canales oficiales y en sus actividades comerciales, con excepción de su perfil de Instagram. En esa red social apareció ella, sonriente, para gritar a los cuatro vientos que su objetivo es "crear paz en la Casa Real".

La hija mayor de los Reyes de Noruega está más que acostumbrada a tener que ceder por amor. Cuando se casó con Ari Behn -que se quitó la vida el 25 de diciembre de 2019- renunció a sus derechos dinásticos; los suyos y los de sus descendientes -tuvo tres hijas con el escritor, Leah, Maud y Emma-. Al matrimonio siempre le persiguió la polémica, por todos sus negocios que compaginaban al tiempo que sus responsabilidades como miembros activos de la Familia Real. El divorcio, en cierto modo, fue un alivio para el rey Harald.

De hecho, durante años, y ante las bajas prolongadas de la princesa Mette-Marit, que padece una fibrosis pulmonar, Marta Luisa fue un soporte importante en el que se apoyó el Rey de Noruega para representar a la Corona. Pero desde que conoció al chamán con el que se comprometió en junio de este año todo cambió.

Solo en actos familiares

Y lo hizo porque Durek Verrett, con quien el rey Harald asegura mantener un trato cordial, encontró en la relación un filón inagotable. Desde el primer día, el chamán asoció su imagen a la de la princesa noruega. El propio Harald trasladó a la prensa su pesar porque el prometido de su hija en algún momento haya pensado que podía hacer uso del título real de Marta Luisa con fines comerciales. "Está claro que los estadounidenses no entienden el significado de esto. No tienen idea de lo que es una Casa Real, así que no es de extrañar que no entendiera. Probablemente pensara que podía hacer cualquier cosa sin que eso nos afectara".

La Corona noruega da este paso antes de que el chamán se convierta en parte de la Familia Real con su matrimonio con la princesa Marta Luisa. Eso sí, no ostentará ningún título y solo acompañará a los Reyes y a los príncipes herederos, Haakon y Mette-Marit, en acontecimientos familiares.

El último en el que se le pudo ver fue en la presentación ante la realeza europea de la princesa Ingrid, que acaba de alcanzar la mayoría de edad. "Los Reyes desean agradecer a la princesa por los importantes esfuerzos que ha realizado a través de su trabajo oficial durante décadas. Ha llevado a cabo su trabajo con esmero, calidez y gran compromiso", dice el comunicado de la Casa Real- coincide con la intención de la Casa Real de dotar de mayor protagonismo a la hija mayor de Haakon.

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