El próximo 29 de septiembre, María Jesús Vicent, investigadora en el Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia, ofrece una charla en Zaragoza titulada 'Nanoconjugados basados en polipéptidos como agentes terapéuticos versátiles'. Tendrá lugar a las 12.00 en la sala de conferencias del edificio I+D del Campus Río Ebro y está organizada por el Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón (CSIC-Unizar), en el marco de los seminarios INMA-Impulso.

María Jesús Vicent es doctora en Química por la Universidad Jaume I desde 2001 y tras trabajar con Jean M. J. Fréchet en la Universidad de California, en el Instituto Biomar S.A. o en la Universidad de Cardiff con Ruth Duncan, se incorporó al Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia. Ha recibido numerosos premios y reconocimientos nacionales e internacionales y en la actualidad es una investigadora referente en la aplicación de polímeros en salud y nanomedicina.

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¿Cuál es la situación actual de la investigación de polímeros en salud?

La situación actual en el área de materiales en biomedicina o salud es muy buena en España y se halla en crecimiento exponencial. Esto demuestra la versatilidad y adaptabilidad de los sistemas poliméricos en el área de nanomedicina, tanto en terapia como diagnóstico, y liberación controlada de fármacos

¿Cuáles son sus principales líneas de investigación en la actualidad y principales contribuciones en medicina y salud?

En el Laboratorio de Polímeros Terapéuticos del Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia nos centramos en el desarrollo de nuevos nanofármacos, para diferentes patologías consideradas como necesidades clínicas no cubiertas, como cáncer avanzado-metastásico (principalmente mama, próstata, ovario, glioblastoma y páncreas), así como en neurodegeneración, ya que datos patentados demuestran el desarrollo de una plataforma tecnológica capaz de atravesar la barrera hematoencefálica, intentando facilitar el paso del laboratorio a la clínica.

En nanomedicina, nuestro laboratorio ha sido pionero en el desarrollo terapias de combinación polimérica capaz de aumentar la eficiencia terapéutica; incluso combinando distintas terapias como terapia celular y farmacológica para lesión medular. O en técnicas de polimerización de materiales polipeptídicos que permiten un control exhaustivo sobre la arquitectura del polímero, así como su escalado y producción industrial a bajo coste, y que son la base de de la empresa PTS SL, de la que fui cofundadora en 2012 y que ahora tiene 80 trabajadores. También hemos desarrollado una plataforma intranasal para transporte de fármacos a cerebro o una plataforma tecnológica de transporte a nódulos linfáticos con aplicaciones muy relevantes en inmunoterapia.

Usted trabaja en un centro de investigación biomédica de referencia como el Príncipe Felipe de Valencia, ¿cuáles son sus objetivos principales y cómo facilita su investigación?

El objetivo final de todos los proyectos del laboratorio es llegar al paciente tanto para mejorar su calidad de vida desarrollando sistemas más seguros, que tengan menos efectos secundarios, como para, idealmente, ser capaces de aportar un beneficio clínico.

Colaboramos con muchos clínicos tratando de entender el problema y las necesidades, así como con otros grupos académicos e industria para abordar esta tarea. Se necesita un equipo multidisciplinar para hacer ciencia de excelencia y con aplicabilidad final a la población.

Mi equipo lo forman aproximadamente 20 personas con las que es un placer trabajar en el día a día, que tienen perfiles muy complementarios, desde estudiantes a investigadores más seniors, así como técnicos de laboratorio.Nos financiamos de ayudas competitivas tanto nacionales como europeas, así como de dinero de colaboración público-privada.

¿Cuál es, a su juicio, la situación de la investigación en materiales y polímeros en España y qué se debe hacer para mejorar su competitividad internacional?

La situación en España en el área de materiales aplicados a la biomedicina es excepcional. Tenemos equipos de investigación muy potentes, con relevancia internacional, que, como en todas las áreas de investigación, se verían altamente beneficiados de un mayor apoyo y financiación nacional. Hay que invertir en ciencia, la investigación es futuro.

Rafael Martín, Teresa Sierra y Milagros Piñol Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón (CSIC-Unizar)

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