Un vino 'espacial', a la venta por 830.000 euros

Christie's ha tasado una de las doce botellas que envejecieron 14 meses en la Estación Espacial Internacional, de Chateau Petrus, en Burdeos.

La botella de Petrus, junto a la cápsula en la que envejeció en la Estación Espacial.
La botella de Petrus, junto a la cápsula en la que envejeció en la Estación Espacial.
Vocento

Petrus es algo más que una leyenda en el mundo del vino. La marca de Pomerol, una pequeña localidad al este de Burdeos, ocupa el vértice superior de la pirámide enológica de Francia, que es lo mismo que decir del mundo entero. El Chateau Petrus, con una producción muy limitada, se compra más por inversión que por hedonismo. Quien quiera hacerse por ejemplo con una botella de la cosecha de 2000, una gran añada en Burdeos, deberá desembolsar un mínimo de 5.000 euros en el improbable caso de que alguien esté dispuesto a desprenderse de ella.

Petrus ha dado ahora una vuelta de tuerca al mercado al poner a la venta una botella de esa misma añada por un precio aproximado de 830.000 euros. Se trata de una de las doce que forman parte de un experimento promovido por la empresa francesa Space Cargo Unlimited para estudiar el comportamiento de materiales orgánicos en el espacio. Los doce vinos viajaron en noviembre de 2019 a la Estación Espacial Internacional (ISS), en cuyo laboratorio permanecieron catorce meses a una temperatura estable de 18 grados protegidos por un cilindro de acero.

También las cepas

A su vuelta el pasado enero a Burdeos el Petrus 'espacial' ha sido sometido a varias catas para ver si se diferencia del terrícola de la misma añada. Los enólogos del Instituto de la Viña y el Vino de Burdeos han apreciado un color distinto, algo más claro en el caso de las botellas que han estado en la ISS, y también leves diferencias de gusto y olfato. Los catadores no se han atrevido a dictaminar cuál de los dos es mejor: "Ambos son grandes vinos con cualidades sensoriales excepcionales", han zanjado de forma salomónica.

Una de las botellas que se ha paseado por el espacio ha sido puesta en venta a través de Christie's, cuyos tasadores le han asignado un precio de 830.000 euros. Si se vende así, batiría con holgura el récord del vino más caro, marcado en una subasta en 2018 por un Romanée-Conti de 1945: 558.000 dólares, unos 465.000 euros.

Junto a los vinos viajaron tres centenares de plantones de cepas de merlot y cabernet sauvignon, dos de las varietales más frecuentes en Burdeos. Las vides permanecieron en el espacio menos tiempo que las botellas -diez meses-, pero pudieron completar un ciclo vegetal. Ahora se comprobará cómo evolucionan en el campo.

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