La despoblación y la secularización, principales retos de los 12 seminaristas de Aragón

El Día de la Inmaculada celebra este año también el del Seminario, postpuesto por la pandemia en dos ocasiones. 

Los seminaristas actualmente en formación.
Los seminaristas actualmente en formación.
Archidiócesis de Zaragoza

La fiesta de la Inmaculada, que este martes se celebra, será también este año el Día del Seminario, que se ha visto obligado a postponerse en dos ocasiones a causa de la pandemia.

Actualmente, doce seminaristas mayores y cinco menores se forman en el Seminario Metropolitano y en el Centro Regional de Estudios Teológicos de Aragón (CRETA). Su reto: anunciar el Evangelio en una sociedad diversa y secularizada. Y en el caso de Aragón, con una demografía singular. 

Savia nueva para la Iglesia que, en los últimos meses, ha ordenado en las diócesis aragonesas a ocho sacerdotes y un diácono.

Según remite en una nota la Archidiócesis de Zaragoza, "es muy habitual escuchar que para ser misionero ya no hay que marchar a tierra de misión. Y esto es verdad. Porque aunque la misión sigue siendo una urgencia ineludible para la Iglesia, nuestra tierra no es ajena a la realidad de la secularización y, por tanto, necesita, de evangelizadores". A esta realidad, se suma un desafío poblacional. Aragón cuenta con algo más de 1.325.000 habitantes irregularmente localizados. ¿Cómo evangelizar en estas circunstancias?

Aragón cuenta tras las últimas ordenaciones con doce seminaristas mayores. Uno pertenece a la diócesis de Tarazona, dos a la de Teruel y Albarracín, ocho a la de Zaragoza. A estos, se unen cinco seminaristas menores. Todos se forman en el Seminario Metropolitano de Zaragoza y en el CRETA, aunque los fines de semana marchan a sus diócesis de origen para convivir con el presbiterio propio y mantener un contacto constante con la porción de la Iglesia que han de servir.

Entre ellos está, por ejmplo, Daniel Clemente, un zaragozano nacido en 1997. Está realizando su labor pastoral en el barrio zaragozano del Actur, un barrio “relativamente joven”, afirma.

Cuenta que "aunque los niños siguen acudiendo con sus familias a la catequesis de primera comunión, luego desaparecen". Lo mismo ocurre con los chicos de confirmación, aunque “en este caso las familias ya no vienen”. La secularización se nota en ellos: “El Cristianismo queda reducido a una ‘sacramentalidad social’ poco vivida”.

En el medio rural desarrolla su labor Alberto Seminario, En su caso, en la parroquia de la Inmaculada de Tarazona y en Novallas. Peruano, de 40 años, percibe “pérdida de valores, de respeto, de fraternidad, de servicialidad, de perdón, de compromiso y de compartir”. Esta realidad le lleva a formarse de un modo en que la Teología y “que el primer anuncio se convierta no solo en una teoría que recibo en clases, sino en un aprender desde la fe, que ahonde en la experiencia personal con el Resucitado, un Cristo liberador que ama a toda la creación”. A sus comunidades cristianas, les pide que “continúen tendiendo puentes de amistad que nos permitan poder realizar lecturas creyentes de nuestras vidas”.

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