Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Aquí hay ciencia

La ciencia del altruismo: la solidaridad es salud

La ciencia ha demostrado en repetidas ocasiones que ayudar a los demás aumenta nuestro bienestar. Entrando en detalles, se ha encontrado que cada vez que gastamos dinero en otros o donamos a una causa social, nos baja la tensión.

Voluntarios de la Federación de Barrios San Fernando de Teruel reparten comida al comienzo de la pandemia.
Voluntarios de la Federación de Barrios San Fernando de Teruel reparten comida al comienzo de la pandemia.
Jorge Escudero

El Ayuntamiento de Zaragoza e Ibercaja pusieron hace unos meses en marcha la plataforma solidaria #VamosZaragoza para proteger a las personas vulnerables a la covid-19 en la capital aragonesa. ¿Resultado? Más de medio millón de euros recaudados para ayudar a mayores, familias desfavorecidas y personas sin hogar. Y otra consecuencia interesante con la que no contaban sus promotores: mejor salud para los donantes solidarios.

La ciencia ha demostrado repetidas veces que ayudar a los demás aumenta nuestro bienestar. Las evidencias más recientes proceden de un meta-análisis publicado en la revista científica ‘Psychological Bulletin’. En él, Bryant P.H. Hui y sus colegas de la Universidad de Hong Kong analizaron 201 estudios independientes que estudiaban la conexión entre el comportamiento prosocial y el bienestar. Con cerca de 200.000 sujetos en total, una muestra nada despreciable.

Los actos de generosidad aleatorios, espontáneos o puntuales fomentan más el bienestar y la salud que formar parte de un voluntariado de forma organizada

Según Hui, el comportamiento prosocial –altruismo, cooperación y compasión– "es necesario para que una sociedad funcione bien, pero además contribuye a la salud física y mental". De acuerdo con sus pesquisas, lo que más fomenta el bienestar y la salud son los actos de generosidad aleatorios, espontáneos o puntuales, como ayudar a un vecino a llevar las bolsas de la compra o participar en una campaña como la de #VamosZaragoza. De sus análisis se desprende también que el comportamiento social ‘organizado’, como formar parte de un voluntariado periódicamente, reporta menos beneficios para la salud. En cuanto a la edad, a todos nos sienta fenomenal ser solidarios. La diferencia, dice Hui, es que a los jóvenes les reporta más bienestar psicológico y a los mayores más aumento de la salud física.

¿Pero cuánto exactamente? Otro estudio canadiense realizado hace unos años por la Universidad de Columbia Británica concluyó que cada vez que un adulto se gasta su dinero en otros, por ejemplo donándolo a obras de caridad o a proyectos sociales, su presión arterial disminuye. El efecto es tan notable que los investigadores lo equiparan al que produce practicar ejercicio físico con asiduidad o comer una dieta sana, que incluya ingentes cantidades de frutas y verduras.

Las decisiones generosas nos hacen felices, activan circuitos neuronales de recompensa y motivación

A la lista de ventajas del altruismo hay que sumarle que existe un vínculo neuronal directo entre la generosidad y la felicidad. De hecho, ese vínculo explica por qué invertir los recursos propios en beneficio ajeno nos hace mucho más felices que mirarnos el ombligo. De demostrarlo se encargaron investigadores de la Universidad de Lübeck, en Alemania. Según pudieron averiguar, las decisiones generosas involucran más a las neuronas de un área del cerebro conocida como unión temporoparietal (TPJ, por sus siglas en inglés), a la vez que modulan la conectividad entre esa región y el núcleo estriado. Y ahí esta el quid de la cuestión: del estriado dependen los circuitos de recompensa, la motivación y la dulce sensación que sentimos cuando nos enamoramos, entre otras cosas.

Ser altruistas nos hace sexualmente más atractivos

Por si aún no lo tienes claro, ahí va otro argumento más para preocuparse por el prójimo: ser altruistas nos hace sexualmente más atractivos. De probarlo se encargaron un biólogo y un psicólogo de la Universidad de Nottingham (Reino Unido). Tras una pormenorizada encuesta a un millar de personas llegaron a la conclusión de que comportamientos altruistas como ‘donar sangre regularmente’ y ‘ser voluntario en un hospital’ son muy valorados en la pareja, especialmente por las mujeres. Y como la selección sexual define en gran medida nuestro rumbo como especie, más nos vale ser una especie dadivosa y solidaria que coopera.

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