Aragón

Pitita y su relación espiritual con Aragón

La popular aristócrata visitó en varias ocasiones la Comunidad aragonesa, atraída por su devoción a la Virgen del Pilar y por el milagro de los Corporales de Daroca.

La aristócrata Pitita Ridruejo, fallecida este lunes en su casa de Madrid, a los 88 años tuvo un vínculo muy especial con Aragón. Visitó nuestra comunidad en varias ocasiones, fruto de su interés por las apariciones marianas, y en especial por la Virgen del Pilar. “Me siento feliz en Zaragoza. Tengo una gran devoción por la Virgen del Pilar”, diría en 1986 durante la presentación de un libro del escolapio padre Bona, quien le había hablado del prodigio de los Corporales de Daroca. También mostró un profundo interés por este milagro, así como el de Calanda. En mayo de ese mismo año había recibido la medalla del Santísimo Misterio de Daroca.

Esperanza Ridruejo, la popular y admirada Pitita, impartió a lo largo de su vida centenares de conferencias de temática espiritual, varias de ellas tuvieron lugar en la capital aragonesa, pero también cultivó otras facetas: además de sus actividades sociales y diplomáticas destacó su vocación artística como pintora, escritora o incluso actriz. Llegó a protagonizar dos películas para la televisión alemana y Federico Fellini le ofreció en 1971 un papel para uno de sus filmes. Pero Pitita lo rechazó por no separarse de su familia.

En 1957, Pitita contrajo matrimonio con el diplomático filipino José Manuel Stilianopoulos y fijó su residencia en Manila hasta su regreso a Madrid en 1960. En la capital española nacerían sus tres hijos y, en 1969 se trasladaría a Roma, donde su esposo trabajó como agente de bolsa para una firma de Wall Street. A partir de la década de los 70 vivió en varios países en los que su marido fue embajador. Durante aquella etapa, comienza cultivar su interés por la parapsicología y la historia de las religiones.

Visitó Zaragoza en varias ocasiones para impartir conferencias de temas relaciones con el mundo espiritual, como ‘Reflexiones de un mundo en crisis’, en el restaurante Ramses, en 1988 o ‘Las apariciones marianas en relación con el mundo’, que tuvo lugar en el aula cultural Montesblancos, del Casino de Zaragoza, en 1990. También visitó Calanda, fascinada por el milagro atribuido a la Virgen del Pilar. En la localidad calandina, como en cada una de las ocasiones en que visitó Aragón, Pitita cautivo con su perfil griego y su elegancia a quienes acudieron a verla.

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