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Neuroeducación... ¡también en casa!

Está en boca de muchos. Pero, ¿qué es la neuroeducación? ¿Cómo se aplica en las aulas? ¿Nos puede ayudar en la formación, en el día a día de nuestros hijos? ¿Qué opinan los científicos? ¿Cómo aprende el cerebro de los más pequeños?

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¿Sabemos cómo aprende el cerebro de los más pequeños?
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Las neurociencias son aquellas disciplinas (Química, Psicología, Medicina, Neurología...), que investigan y estudian el sistema nervioso, especialmente el cerebro. La neuroeducación resulta de la conjunción de neurociencia y educación, de manera que la ciencia pone al servicio de la educación el conocimiento relacionado con el aprendizaje que se está extrayendo de los estudios científicos y la educación ofrece la puesta en marcha de este conocimiento en las aulas. Dichos estudios ayudan, por un lado, a ratificar algunas teorías educativas y, por otro, a aclarar conceptos erróneos de las mismas y a explicar cómo aprende el cerebro. Los siguientes conceptos explican algunos de los conocimientos que se pueden aplicar en la educación familiar del día a día:

El apego

El sentimiento de pertenencia, tanto en la familia, como en la escuela, es fundamental. Es decir, el niño se tiene que sentir seguro emocionalmente y adquirir un vínculo positivo con las personas de referencia para él. Todos necesitamos saber que pertenecemos al lugar que nos corresponde. Si creemos que no formamos parte de nuestro hogar o de la escuela, se dificulta el aprendizaje.

El movimiento

Algunos estudios científicos coinciden en que el movimiento es imprescindible para aprender. Para ello, como padres, debemos crear momentos en los que nuestros hijos se puedan mover libremente, tan sencillo como ir al parque o hacer excursiones los fines de semana. Y si hace frío para ir al parque, pues nos abrigamos, ya que es fundamental que los niños se columpien para favorecer la buena integración del sistema vestibular.

La socialización

La socialización. Los seres humanos necesitamos a los demás. Para favorecer la socialización de los hijos hay que buscar momentos en los que pueden relacionarse con otros niños. El deporte en equipo o participar en grupos de acción solidaria, son buenos ejemplos.

Los sentidos

La neurociencia nos enseña que se aprende mejor a través de la manipulación y la acción. Por eso, en casa, se pueden fomentar espacios donde puedan tocar, explorar, experimentar con diversos materiales, de manera que se estimulen todos los sentidos: podemos hacer masas modelables, jugar con sonidos, con texturas...

El sueño

Los niños necesitan dormir unas horas determinadas para cada edad. Si llegan cansados a clase no aprenden igual que si han descansado lo suficiente. El cerebro aprovecha el sueño para organizar los aprendizajes del día.

El juego

Jugar se nos está olvidando. Y, sin embargo, es primordial para el aprendizaje, es algo innato, y ellos necesitan jugar para aprender, como las plantas necesitan agua para crecer. Con el juego se desarrolla la imaginación, la creatividad, la memoria, la atención y las funciones ejecutivas, aspectos esenciales para el aprendizaje.

Los hemisferios cerebrales

Tenemos dos hemisferios cerebrales y la neurociencia ha demostrado que estos deben estar conectados para un buen aprendizaje. Como padres, podemos hacer ejercicios en casa para trabajar ambos hemisferios, como jugar a gatear, pintar con ambas manos, juegos de palmas, jugar con el ritmo, hacer malabares, montar en bici, practicar baloncesto...

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