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Cinco errores que probablemente cometas en la relación con tu pareja
Tratar de cambiar a la otra persona o una mala comunicación son dos conductas negativas que, sin embargo, son subsanables con voluntad y esfuerzo.
Las parejas, como las personas, pueden ser muy distintas: amables, divertidas, sinceras, tímidas, curiosas, exigentes, comedidas… Esas diferencias son, precisamente, las que hacen que la relación entre dos personas no sea siempre perfecta.
El respeto y la empatía son dos figuras clave a la hora de establecer una convivencia entre ambos. Sin embargo, una persona también puede cometer errores a lo largo de una relación. La psicóloga Eva M. González, de Psicólogos Sexólogos Zaragoza, establece la siguiente enumeración con alguna de las equivocaciones más comunes.
1. Querer cambiar a la pareja
Muchas veces, cuando la pareja desea realizar mejoras en su relación, atribuye la insatisfacción a los defectos del otro, a conductas que realiza el otro o a aspectos básicos de su personalidad: ‘él es muy introvertido’ o ‘ella es muy nerviosa’.
Cada uno intenta mejorar la relación poniendo énfasis en cambiar al otro; la causa del malestar se focaliza en lo que el otro hace mal o no hace. Esto genera frustración al comprobar que el otro no cambia y agotamiento por los intentos infructuosos realizados en la lucha para que cambie la otra persona.
En este momento, se crea un patrón de demanda-retirada: uno es el que más cambios demanda (‘no me escuchas’, ‘estás mucho tiempo fuera de casa’, ‘no me prestas atención…’, se discuten los problemas, se critica el comportamiento del otro y se presiona para que haya nuevos comportamientos, lo cual produce en el otro una retirada: ‘ya estás otra vez con lo mismo’, ‘todo lo hago mal para ti…’. El resultado es que, a más demanda, más retirada, por lo tanto, se perpetúa el problema.
2. Estar a la defensiva
A veces, se realizan peticiones al otro con las palabras adecuadas pero el mensaje no verbal que lo acompaña no es congruente con lo que se está expresando. Si las palabras son correctas pero el tono de voz, los ojos, la cara y el cuerpo transmiten ironía o resentimiento, el receptor reaccionará a la defensiva.
Otras veces, la persona está a la defensiva automáticamente porque piensa que se le critica, sin examinar realmente que la crítica sea cierta. Así, se evita el dolor de la crítica, pero no hay una comunicación adecuada en la pareja y se crean más problemas.
3. Expresar los sentimientos desde la acusación
Es importante comunicar los sentimientos tanto positivos como negativos y estos últimos a veces se expresan desde la acusación, lo cual genera conflicto.
Por el contrario, expresar lo que cada uno siente, sin acusar al otro promueve la empatía y fomenta la intimidad psicológica de la pareja, en vez de distanciamiento.
4. No cuidar la relación de pareja
En terapia de pareja es habitual acudir con la idea de que realizar conductas agradables para el otro (halagos, expresión de sentimientos positivos…) tiene que darse de forma espontánea.
Se compara este intercambio de refuerzos con el principio de la relación, cuando realmente no es comparable, ya que es más difícil mantener una relación de pareja que iniciarla. ¿Por qué? La razón es que el amor requiere tiempo y esfuerzo. “Lo que en un primer momento era fácil y no suponía ningún coste emocional, con los años hay que cultivarlo”, justifica la sexóloga.
En el cuidado de la pareja lo importante es la reciprocidad: tiene que haber un equilibrio entre lo que se da y lo que se recibe (una sorpresa, un detalle, un gesto cariñoso...).
5. Comunicación disfuncional
Una queja habitual de pareja es alegar que “no sabemos comunicarnos”. La buena comunicación implica aprender a hablar y escuchar de forma que conduzca a un entendimiento común e idealmente a resolver problemas cuando hay desacuerdo.
Se trata de aprender que la comunicación es un proceso de beneficio mutuo más que una lucha de poder o un debate.
