Las comparsas de Cádiz suelen echar mano de humor e imaginación para parodiar la situación política y social del país. Una de las chirigotas más incorrectas y desternillantes que se pueden escuchar en esta edición del Carnaval de Cádiz 2019 se titula "Un pasito a la izquierda y otro a la derecha", y tiene como protagonistas a todos los líderes políticos. No deja títere con cabeza y uno de los que está causando sensación es el personaje que interpreta a Pablo Echenique.     

La chirigota del Cascana, que el año pasado consiguió el segundo puesto oponiendo a los gaditanos y los sevillanos separados por una autovía, vuelve a jugar a los opuestos, pero esta vez con los políticos de izquierdas y de derechas. Nadie queda libre de su sarcasmo.  Desde el primer momento, sale a caballo el líder de Vox, Santiago Abascal, tratando de asaltar con el resto de la derecha el chalé de Pablo Iglesias en Galapagar. El presidente del Gobierno, que no es Pedro, sino 'Perro' Sánchez, da la mano a todos ellos. Aparece Echenique en su silla de ruedas y sobre el carril bici que le ha mandado hacer el alcalde de Cádiz, Kichi. Y . Y resulta que se desvela que el número dos de Podemos se ha comprado un guardaespaldas en Aliexpres: un personaje que se asemeja al líder de los taxistas, el Peseto Loco. Llega la hora del estribillo: “España se divide en dos, los que ven Sálvame naranja y los que ven Sálvame limón”.

A esta entrada le siguen un pasodoble reivindicativo contra los inspectores de Hacienda; otro dirigido a los votantes: los políticos son malos pero los eligen ellos. Y no falta ni el himno nacional “como Dios manda”, e incluso Teresa, mujer del alcalde de Cádiz, se pone de parto en el Teatro Falla. Por supuesto, también hay psicofonías que atraen a gente del más allá, como Franco, que sale y entra, entra y sale. El público los despidió con gritos de “Chirigota”.