Comienza la cuenta atrás para el fin de las pajitas, los cubiertos y los bastoncillos

En 2021 se eliminarán y reducirán los plásticos de un solo uso según la nueva legislación de la Unión Europea.

Las pajitas son algunos de los plásticos que se prohibirán.
Las pajitas son algunos de los plásticos que se prohibirán.
Pixabay

La Unión Europea prohíbe varios artículos de plástico para 2021 como pajitas, cubiertos, platos, bastoncillos para los oídos y palos de globos de plástico, entre otros. El objetivo, para el que se han acordado otras medidas pioneras, es eliminar y reducir los plásticos de un solo uso.

“La basura en el mar es un problema global creciente”, indicó el pasado mes de diciembre la ministra austríaca de Sostenibilidad y Turismo, Elisabeth Köstinger, cuyo país presidía el Consejo de la Unión. De hecho, desde el Foro Económico Mundial, se advierte de que, por peso, habrá más plástico que peces en los océanos para 2050 si se sigue arrojando al mar al ritmo actual desperdicios de ese material.

Por eso, desde la nueva directiva europea se busca reducir la cantidad de desechos de plástico que se crean y, en la medida de lo posible, dar prioridad a la prevención y a la reutilización de artículos en lugar de las alternativas de un solo uso.

Desde Greenpeace, se reconoce que esta medida legislativa es un paso importante, pero que existe el riesgo de que los productores de plástico no tengan que asumir ninguna responsabilidad de reducción cuando se apliquen estas medidas.

Medidas para cada país miembro

Desde 2025 en adelante, al menos un 25% de plástico reciclado, calculado como promedio por Estado miembro, se deberá destinar a las botellas de bebidas PET. Para 2030, todas las botellas de plástico deberán respetar un objetivo de, al menos, el 30 % de contenido reciclado en su composición.

En lo que se refiere a las toallitas húmedas, se deberá informar a los consumidores en su embalaje de si llevan plástico en su composición y sobre el daño que hacen al medioambiente si no se desechan en una papelera.

Por lo que respecta a los filtros de tabaco que contienen plástico, los productores tendrán que cubrir los costes de la recolección pública de colillas, incluyendo la infraestructura necesaria, como receptáculos apropiados en las papeleras.