Las cartas de Goya confirman su homosexualidad
La investigación de la correspondencia entre el genio y su amigo Martín Zapater se ha llevado a cabo con motivo de la nueva catalogación de sus dibujos por parte del Centro Botín de Santander y el Museo del Prado.
Con frecuencia se ha especulado acerca de la orientación sexual de Francisco de Goya. Desde conversaciones cotidianas hasta discusiones académicas, la vida privada del genio zaragozano ha sido objeto de debate a lo largo de los años. Ahora, unas recientes investigaciones con motivo de la nueva catalogación de los dibujos de Goya, llevada a cabo por el Museo del Prado y el Centro Botín de Santander, demuestran que el artista sentía algo más que amor fraternal por su amigo de la infancia Martín Zapater.
Según publica 'El Mundo', esta nueva perspectiva se basa en una "interpretación contrastada" de la correspondencia entre Goya y su "amigo amoroso", tal y como lo califica una de las expertas en la conservación de la producción del genio, Manuela Mena.
Una de las cartas de Goya dirigida a su amigo Martín Zapater y fechada el 10 de noviembre de 1790 presenta particularidades propias de un hombre enamorado. En vez de la tradicional cruz grabada habitualmente en las misivas de la época, es un corazón en llamas "inflamado de amor" el motivo que abre la misiva de Goya a su amigo.
En otra de las cartas de ese mismo año, Goya se dirige a Zapater en un tono especialmente amoroso: "con tu retrato delante me parece que tengo la dulzura de estar contigo, ay mío de mi alma no creyera que la amistad podía llegar al periodo que estoy experimentando".
Estas misivas, que no fueron localizadas hasta 2007, cobran ahora una relevancia especial, dada la nueva interpretación que aporta Mena y que convierte ese afecto fraternal de Goya por su amigo de la infancia en "un interés amoroso, de carácter homosexual y alejado de lo platónico".
Además de esta nueva interpretación de la correspondencia de Goya, los expertos del Museo del Prado y el Centro Botín de Santander han presentado la descatalogación de seis obras que hasta ahora se atribuían al genio zaragozano. No obstante y pese a estas importantes pérdidas, también se ha sumado una obra a la producción del artista, el boceto para La pradera de San Isidro.
Todas estas recientes investigaciones se plasmarán en los cinco volúmenes del nuevo catálogo y en una exposición monográfica en 2019.
