Quienes estos días lean el periódico desde la playa estarán cansados de ver flotadores de flamencos, de grandes Donuts como los que devora Homer Simpson o de multicoloridos unicornios. Pues bien, cualquiera de esos se queda corto con la locura total de hinchable que se ha comprado el arquitecto Norman Foster. ¡Ni que fuera de Bilbao! El unicornio del gurú británico de los edificios tiene cabida para seis personas y cuesta unos 400 euros. Eso sí, Foster no lo comparte sino que lo usa todo él solito en la intimidad del lago privado de su casa. El que fuera Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 2009 colgó la divertida estampa en su cuenta de Instagram hace unos días y lleva cerca de mil comentarios y 30.000 ‘me gusta’.