Política y familia

Construyendo un refugio con troncos y ramas, en la experiencia 'Superviviencia en familia', en Loarre.
Una familia en el campo.
Locura de Vida

A diferencia de otros países europeos, España ha sido muy reticente a la hora de legislar a favor de la familia. Que España tenga un grave problema demográfico se debe a muchas causas, pero una de ellas es, sin duda, la desidia que hizo que hasta hace relativamente pocos años no se tomaran medidas que incentivaran la natalidad y ayudaran a conciliar la vida laboral y la personal. Cuando los políticos, y sobre todo las políticas, tienen hijos, se pone de manifiesto un problema que afecta a toda la sociedad. Como los diputados no tienen un permiso de maternidad o paternidad específico, han de hacer encaje de bolillos una vez aumentan la familia, no muy diferente del de los autónomos, por ejemplo. Pero el hecho de que esas dificultades se visibilicen debería impulsar medidas que las eliminen o, al menos, que las reduzcan. Es urgente tomar conciencia de que reanimar la ínfima tasa de natalidad que tiene España habría de ser uno de los principales objetivos de toda la sociedad. Los gemelos de Montero e Iglesias, como antes los de Anna Balletbó o Meritxell Batet y José M.ª Lasalle, recuerdan que queda mucho por hacer en política familiar.