Cómo introducir un segundo perro en casa

Estas son las claves que harán que ese momento tan importante en la vida de la nueva mascota salga a la perfección.

Un perrito muy detallista... ¿con su dueño?
Antes de meter a una nueva mascota en casa es conveniente seguir unos pasos.
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Una nueva mascota puede alegrar esos días en los que todo parece ir cuesta arriba. Adoptar un perro suele ser una experiencia positiva, tanto para el dueño como para el posible candidato, ya que se le esta dando un hogar a un animal que posiblemente haya sufrido la experiencia del abandono o el maltrato. Por este motivo, muchos dueños apuestan por colaborar con las protectoras de animales e incluir otro miembro en la familia. A pesar de lo idílico que pueda parecer, en la práctica es un poco más complicado.

Si el motivo por el que se desea adoptar otro perro es porque el que se tiene no esté solo, lo mejor es adoptarlos a la vez. Y en ningún caso pensar que el nuevo perro sustituirá a los afectos del dueño. Si por el contrario, se desea introducir otro animal teniendo ya uno en casa, lo mejor es observar cómo se comporta el primer perro. Aunque se trate de un animal sociable, puede no serlo con los de su especie. Es importante comprobar cómo reacciona el perro frente a otro igual, sobre todo la primera vez que conoce a uno.

Una vez elegido el candidato perfecto, lo mejor es hacer la primera toma de contacto en un entorno neutral. O lo que es lo mismo, fuera de casa,  y en un espacio abierto, en el que los animales no se sientan atrapados. En un lugar en el que los perros dejen a un lado la territorialidad y en el que haya muchos estímulos. Lo ideal durante el primer encuentro es guardar una distancia prudencial. De esta forma pueden llegar a olerse sin estar en contacto. Si parecen estar por la labor de conocerse, se puede optar por acercarlos más.

En casa llega el momento decisivo

El nuevo perro conocerá su hogar y antes de que se produzca ese paso, es conveniente que los animales se saluden en la entrada o en la puerta del edificio. Cuando ambos entren a casa,  los dueños deben mantenerse cerca por si surge algún tipo de enfrentamiento.

El nuevo perro lo olisqueará todo, pues se trata de un sitio completamente nuevo, mientras que el otro perro se mostrará atento a las reacciones del primero. Para que el ambiente sea lo más agradable posible es fundamental que esta situación no dure demasiado.

Los primeros días en la nueva casa, los animales deben disponer de su propio espacio y de juguetes suficientes para ambos, de esta forma se evitan las peleas. Transcurrido ese tiempo de adaptación y, si todo va bien, el que más tiempo lleva en casa dejará de seguir al nuevo perro y permitirá que este haga su vida.

Antes de lanzarse a la adopción, hay que tener en cuenta una serie de consideraciones, como la personalidad de la nueva mascota, pues ya de entrada puede no ser el compañero idóneo por incompatibilidad con el anterior perro. Además, es importante desterrar algún mito como que es mejor adoptar a un cachorro o que las hembras siempre serán más dóciles. Asimismo, a la hora de dar la bienvenida a la nueva compañía canina es imprescindible estar preparados con el equipamiento necesario para que desde el primer día el perro se sienta como en casa.