Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Una aragonesa participa en el diseño de una 'nariz electrónica' de platino que podría ayudar a diagnosticar enfermedades

La investigadora de la Universidad de Zaragoza Sara Fuertes colabora en el desarrollo de unos sensores que podrán aplicarse también a los procesos industriales

La científica zaragozana Sara Fuertes
La científica zaragozana Sara Fuertes
Instituto de Síntesis Química y Catálisis Homogénea (ISQCH)

Desde que Quevedo escribió su conocido ‘Soneto a una nariz’ para disgusto de su enemigo literario Gongora, poco más se ha hablado de la nariz, el órgano del olfato que nos permite distinguir, por ejemplo, alimentos o personas. Ahora, la ciencia ha dado un paso más.

Junto a 22 científicos más, la zaragozana Sara Fuertes, del Instituto de Síntesis Química y Catálisis Homogénea (ISQCH), ha desarrollado una 'nariz electrónica' de platino capaz de cambiar de color al contacto de ciertos compuestos . Por ahora, solo son las moléculas  de agua y metanol con las que interactúa, pero la investigación continúa para hacerla ‘accesible’ a más compuestos.

Esta 'nariz' está creada a partir de compuestos organometálicos, es decir, moléculas tanto orgánicas como metálicas -que en este caso es el platino- que cambian su color por el contacto con compuestos vapocrónios. Estos compuestos son aquellos que experimentan los cambios en su tonalidad cuando en su estado sólido se le incorpora moléculas de disolvente en fase gaseosa.

De forma “llamativa e instantánea”, explica Fuertes, este compuesto cambia de rojo al azul marino al contacto con el metanol y al amarillo con el agua. Esto da lugar a sensores que podrán ser utilizados en el seguimiento de procesos industriales como en “la creación del amoniaco, ya que detectaría la ausencia de moléculas de agua”, ejemplifica la investigadora.

Fuertes también señala que si se sigue investigando esta línea, podría aplicarse en diagnósticos médicos. Por ejemplo, detectaría patologías gracias al aliento, pues esta ‘nariz’ cambiaría de color con el contacto de los biomarcadores de enfermedades.

Este trabajo ha sido incluido dentro de la prestigiosa revista científica 'Nature Communications' y ha sido llevado a cabo por un equipo internacional formado por 23 científicos de España, Reino Unido, Estados Unidos y Corea.

Lámparas ledes

Desde la Universidad de Zaragoza, la investigadora Fuertes también está participando en otro proyecto que pretende modificar los componentes de la luz blanca de las lámpara led.

A partir de sensores vapocrónicos que “absorbenta luz ultravioleta para emitir luz visible desde la fase azul a la roja”, explica Fuertes, se podría sustituir la luz blanca actual, compuesta por derivados latánidos, por otros compuestos de platino.

Este cambio permitiría abaratar costes, pues, tal y como asegura la científica, “el mercado de los lantanidos está muy restringido por la producción China” y por otro lado, beneficiaría a la vista de todos. Esto es así porque “actualmente las luces blancas ledes tiene una importante fracción de luz azul que no es adecuada a nuestras retinas en según que momentos del día", asegura Fuertes, quien señala que el azul nos altera o excita, en vez de relajarnos.

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