Siete situaciones incómodas que todo el mundo ha vivido

La sociedad vuelve a ponerse de acuerdo en algo: en algún momento de su vida, todo el mundo se ha encontrado en estas circunstancias comprometidas.

Que nadie se ría de los chistes, preguntar a una mujer si está embaraza y equivocarse o caerse son algunas de las situaciones incómodas que todo el mundo ha experimentado.
Que nadie se ría de los chistes, preguntar a una mujer si está embaraza y equivocarse o caerse son algunas de las situaciones incómodas que todo el mundo ha experimentado.

Contar un chiste y que nadie se ría, subir en el ascensor con un vecino o quedarse solo en el bar o discoteca son situaciones incómodas que todo el mundo ha experimentado a lo largo de su vida. En esta ocasión, la sociedad vuelve a coincidir en lo bochornosas que son estas situaciones a veces por vergüenza o por la falta de confianza con la persona que estás cuando te ocurre.

 

Quedarse hablando solo en un lugar público: cuando estás hablando con tu acompañante, este se para de repente para observar algo mientras tú sigues hablando. Cuando te das cuenta, lo primero que haces es mirar a tu alrededor para comprobar que nadie te haya visto hablando solo, mientras buscas a tu acompañante con gesto indignado. Saludar o llamar a alguien y darte cuenta de que no era quien pensabas: ese momento en el que saludas a una persona o mejor la llamas a voz en grito (algo muy típico de aquí) y cuando no te devuelve el saludo te das cuenta de que no es quien pensabas. Incómodo es poco. Despedirte de una persona que luego continúa por el mismo camino que tú: cuando te encuentras con alguien por la calle con el que mantienes una breve conversación. El momentos incómodo se produce cuando os despedís pero los dos seguís el mismo camino. Cuando alguien te saluda y no sabes de qué lo conoces: alguien te saluda por la calle. Tú devuelves el saludo con cara de póker porque no sabes de qué le conoces. La situación empeora si se tercia una conversación, en la que tienes que disimular e interesarte por la vida de esa persona al mismo tiempo. Ese momento en el que todo el mundo te canta el cumpleaños feliz: nadie sabe qué hacer en esta situación: sonreír mientras se mira a todo el mundo y se asiente, cantarse a sí mismo, huir... Pero que todo el mundo centre su atención en ti, no es cómodo para nadie. Cuando te caes en público: esta situación suele ser de las más incómodas que hay. Caerse en público de forma estrafalaria y por un pequeño traspiés suele dar vergüenza a la mayoría de personas. Cuando tu estómago decide hacer ruidos cuando todo está en silencio: bien por hambre, malestar o cualquier movimiento interno del cuerpo humano, seguro que tus órganos deciden hacer ruidos bastante sonoros en el momento más inoportuno.

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