El sisón común ha sido declarado Ave del Año 2017 por la asociación naturalista SEO Birdlife. Esta especie, parecida a una pequeña avutarda, y habitante habitual de los paisajes cerealistas españoles, ha perdido la mitad de su población en los últimos 10 años. Con su elección, SEO Birdlife quiere llamar la atención sobre los riesgos que sufre actualmente la especie.

El sisón tiene un plumaje pardo poco llamativo para camuflarse en los campos de cereal y los pastizales secos que constituyen su hábitat y antaño ocupaba territorios desde el oeste de Europa y el noroeste de África hasta las estepas de Asia central. Sin embargo, se ha extinguido ya en numerosos países: en África solo persiste una mínima población en Marruecos y, en Europa, tan solo quedan aves en el sector occidental, siendo las poblaciones españolas las más importantes de Europa. Solo en Rusia y Kazajistán quedan comunidades de semejante relevancia.

En Aragón existe una “interesante población de sisón común”, afirma Luis Tirado, delegado de SEO Birdlife en la comunidad. El sisón se encuentra “especialmente en las estepas cerealistas a lo largo del valle del Ebro, pero también en zonas de cereales de Teruel, como Campo de Romanos, y en el Somontano de Huesca en el invierno”, explica Tirado. “Algunas poblaciones –señala el ornitólogo-, que se reproducen en Aragón viajan en invierno hacia Castilla La Mancha”.

Precisamente en la época de reproducción se da una de las imágenes más singulares del sisón: los machos mudan su plumaje pardo por uno más llamativo e inician el cortejo a las hembras, inflando las plumas del cuello y dando saltos para ser vistos por sus congéneres femeninos, componiendo una imagen singular. En los aleteos que se producen en los saltos y luego en vuelo, la existencia de una pluma más corta entre las del extremo del ala, produce un siseo que explica el nombre de la especie.

Para alimentar a los pollos que nacerán en cada puesta, el sisón necesita la proteína rápida que ofrecen los insectos que viven en la vegetación de los lindes de los campos. La concentración agraria, que elimina esos lindes al unir parcelas en un único territorio es la mayor amenaza que vive el sisón, y una de las causas principales del declive de su población. “La concentración agraria y el regadío son los principales enemigos del sisón, porque están acabando con las estepas cerealistas que son su hábitat”, afirma Tirado.

En Aragón se está pendiente de la publicación del Censo de Sisón de 2016. “El anterior se hizo en 2006, por lo que será importante conocer los nuevos datos para saber si se da esa pérdida de población”, afirma el delegado de SEO Birdlife, quien añade que la Comunidad tiene pendiente “un plan de conservación del sisón, algo a lo que se comprometió ante Bruselas ya en el 2008”.