¿Discutes con tu pareja? Come chocolate
Un estudio americano pone el foco sobre la relación entre agresividad y glucosa. En la práctica: si tienes hambre, eres un monstruo. ¿Te enfrentas a una situación que puede acabar en riña? Mejor cómete antes una chocolatina (por lo menos). Esto te salvará de muchas discusiones con tu pareja.
Normalmente nos enfadamos con aquellos que tenemos más cerca. La agresividad demuestra un pobre autocontrol y controlarse exige grandes dosis de energía, gran parte de la cual proviene de nuestros niveles de glucosa, nos dice el estudio que han realizado investigadores de la Universidad de Ohio. La conclusión es clara: si andamos con el estómago vacío tenemos mayor riesgo de explotar por la más mínima discrepancia. Quien sabe si eso puede acabar con una relación.
Los investigadores decidieron comprobarlo en la práctica y estudiaron el comportamiento de un centenar de parejas. A lo largo de los 21 días que duró el experimento, todos los participantes fueron sometidos a análisis para conocer sus niveles de glucosa. Se demostró que aquellas que tenían un nivel más bajo habían registrado también más arranques de ira.
Para provocar roces entre las parejas, los investigadores no tuvieron piedad: pusieron a competir a ambos miembros entre sí en diversas pruebas, y el ganador molestaba con ruidos al perdedor a través de auriculares. Otras de las pruebas del experimento aún resultaba más macabra. A cada participante se le entregó un muñeco vudú con una morfología parecida a la de su compañero o compañera y 51 alfileres. Cada día, al final de la jornada, les pedían que clavasen alfileres en el muñeco, más cuanto más enfadados estuviesen con su pareja. Los resultados fueron casi calcados: a menos glucosa, a más hambre, más alfileres. Así, los científicos encuentran una relación clara entre glucosa y enfado. La razón es que nuestra capacidad de autocontrol depende también mucho de este índice en sangre.
