¿Por qué los niños piden perros y gatos?

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Perros y gatos son las mascotas preferidas de los niños
Perros y gatos son las mascotas preferidas de los niños
frankieleon

La Navidad es tiempo de regalos y de sorpresas, también de expresar deseos. Son muchos los niños que, en algún momento, han incluido un perro o un gato en sus cartas a Papá Noel o a los Reyes Magos. Desvincular esta decisión de esta época del año, tan impulsiva, y meditar bien el compromiso que se adquiere al sumar una mascota a la familia parece lo más aconsejable.  


Pero ¿por qué piden los niños perros y gatos? Para uno de cada dos niños el animal representa, después de sus padres, la principal fuente de apoyo emocional en situaciones de miedo o tristeza, según estudios realizados por la Fundación Affinity que analizan el vínculo entre personas y animales de compañía.


Además, un 60% de los niños asocian a los perros y gatos como compañeros de actividades, por lo que el 80% de los niños prefiere jugar con ellos antes que con videojuegos.


Los niños participantes en el estudio 'Niños y animales 2015, declararon, en un 94%, que se sienten mejor con un animal de compañía cerca. Estos resultados coinciden con diversos estudios internacionales que indican que los niños no solo sienten una atracción natural por los animales, sino que además se sienten reconfortados con su compañía.


También expresaron las razones por las que es beneficioso convivir con animales de compañía: Dan compañía Dan alegría Nos divierten y entretienen Dan cariño Nos enseñan a ser responsables Nos enseñan a dar cariño Nos enseñan a tratar bien a los demás Nos enseñan a respetar al que es diferente¿Cuál es la mascota favorita de los niños? Un 54% de los niños encuestados afirma que su mascota favorita es el perro, un 10% opta por el gato y un 36% valora a ambas por igual. Un 75% de niños se identifica más con un perro que con un gato. Este hecho podría tener dos explicaciones complementarias: El perfil de comportamiento de un perro encaja mejor con las expectativas de un niño en cuanto a juego e interacción que el del gato. Los rasgos generales de temperamento del perro, como la sociabilidad y la extroversión, coinciden más con los propios de la mayoría de niños que los del gato, de por sí un animal mucho más reservado.El cuidado y la convivencia con una mascota constituyen, como concluyen diversos estudios, una excelente oportunidad para promover la responsabilidad y el compromiso. Pero ¿qué están los niños dispuestos a hacer por su animal de compañía? Los más pequeños parecen estar dispuestos a sacrificar aspectos de su calidad de vida por su animal de compañía. Concretamente, un 90% de niños dedicaría parte de su tiempo a cuidarlo, un 80% renunciaría a un juguete para que su mascota tuviera uno y un 75% se levantarían temprano para sacarlo a pasear. Alrededor de uno de cada dos niños asegura que modificaría sus vacaciones para acomodarlas a las necesidades de su animal de compañía y renunciaría a estar con sus amigos para estar con su mascota. Sin embargo, es importante recordar que el deseo expresado por el niño debe más tarde convertirse en una acción real.


Y ya que casi un 40% de los animales de compañía llegan a los hogares españoles en forma de obsequio, más vale reflexionar a fondo antes de decidirse a compartir la vida con un perro o un gato con el fin de evitar futuros abandonos.


Más aún teniendo en cuenta que el impulso juega un papel importante en la elección del animal, y es que un 34% de los propietarios españoles confiesa que se dejó llevar por razonamientos emocionales y/o visuales a la hora de decidirse por su perro o gato. En el caso de los niños, aunque el 98% de los niños asegura tener claro que los animales no son juguetes, un 50% de ellos reconoce haber pedido a Papá Noel o a los Reyes Magos un perro o un gato en algún momento de su vida.

Fundación Affinity proporciona unas pautas para hacer la necesaria reflexión antes de regalar un cahorrito por Navidad para asegurarnos de que la relación con ellos será estable y duradera, y no terminarán abandonados ni en centros de acogida . Es importante cumplir con los siguientes puntos clave : Compromiso La convivencia con un animal de compañía es a largo plazo y nuestro compromiso con él tiene que ser durante toda la vida del animal, esto es entre 12 años y 15 años de media. Decisión y reflexión Debemos valorar qué supondrá para nosotros incorporar un animal en nuestras vidas y no dejarnos llevar por un mero impulso inicial sino que la decisión debe ser meditada y consensuada entre todos los miembros de la familia. Aprendizaje e Información Antes de empezar a vivir con un animal tenemos que conocer y asumir las obligaciones y responsabilidades que ello supone. Del mismo modo, debemos saber qué cuidados necesitará y cuáles serán sus rutinas.
Por todo ello, la campaña de Navidad de la Fundación Affinity #NoSonUnJuguete habla de que un ser vivo no debería ser regalado como si fuera un objeto cualquiera.
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