Tercer Milenio

En colaboración con ITA

"Las ondas gravitacionales abren una nueva ventana a la observación del Universo"

Estamos de enhorabuena, el Universo gravitacional ha sido detectado por primera vez y, a partir de ahora, podrá ser explorado por detectores de tercera generación. Alicia Sintes, doctora en física teórica, lidera el diseño de estos instrumentos junto con su equipo de la Universidad de las Islas Baleares. Los nuevos observatorios de ondas gravitacionales permiten analizar mensajes sobre el origen del Universo, la unión de agujeros negros o el estallido de supernovas.

Alicia Sintes participó en el ciclo 'Nuevas ventanas al Universo' celebrado en Caixaforum Zaragoza.
Alicia Sintes participó en el ciclo 'Nuevas ventanas al Universo' celebrado en Caixaforum Zaragoza.
Carlos Muñoz

Dirige el grupo de Relatividad y Gravitación y es profesora del departamento de Física de la Universidad de las Islas Baleares. Su equipo ha participado en la primera detección directa de ondas gravitacionales. Disfrutó de una beca posdoctoral Marie Curie y trabajó como investigadora senior en el Instituto Max Planck de Física Gravitacional de Alemania. Ha sido asesora científica de la Agencia Espacial Europea.

PREGUNTA Desde la detección directa de ondas gravitacionales, la curiosidad que despierta su especialidad no habrá dejado indiferente a nadie. ¿Qué son estas misteriosas ondas gravitacionales?


RESPUESTA Son perturbaciones de la curvatura del espacio-tiempo, que viajan en forma de ondas por el Universo, llevando mensajes sobre los fenómenos violentos o catastróficos que las provocan. Estas ondas producen alteraciones en el propio espacio-tiempo, es decir, mientras lo atraviesan, ejercen sobre él fuerzas de tracción y compresión. Hasta hace pocos meses había solo evidencias indirectas de su existencia. Hoy sabemos que podemos detectarlas con instrumentos avanzados, llamados interferómetros. Pero, ya que sus frecuencias son extremadamente débiles, para ‘escucharlas’ debemos detectarlas junto a fenómenos violentos o explosivos que ocurren en el Universo, como la fusión de agujeros negros. La importancia de estas ondas radica en la información que podemos obtener de ellas, por ejemplo: ¿cómo se forman los agujeros negros?, ¿cómo se comporta la materia en ellos? o ¿cuál es la historia de la expansión acelerada del Universo?


P. Hace cien años Einstein postuló la teoría de la relatividad general, a partir de la cual propuso la existencia de estas ondas mensajeras. ¿Qué le diría hoy a Einstein?


R. Einstein ya sabía que la frecuencia de estas ondas es muy débil y pensaba que jamás las detectaríamos. Curiosamente, las ondas que se han detectado actualmente provienen de la fusión de dos agujeros negros y, aunque su teoría predecía su existencia, él no pensaba que existiesen en la naturaleza en realidad. Entonces, yo le diría que estaba ligeramente equivocado, porque, para él, los agujeros negros y las ondas gravitacionales eran únicamente soluciones matemáticas de sus ecuaciones. Pero ya se ha demostrado que los agujeros negros existen y las ondas gravitacionales han sido medidas de forma directa. Él sentiría una enorme satisfacción de ver que la humanidad va progresando.


P. Los dos gigantescos Observatorios de Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales (LIGO), separados por 3.000 km en EE. UU., han logrado detectar las pequeñas vibraciones generadas por las ondas gravitacionales procedentes de la fusión de dos agujeros negros. ¿Qué posibles aplicaciones futuras tiene este descubrimiento en nuestra sociedad?


R. Supone una nueva herramienta que aportamos a la historia de la astronomía, es decir, una nueva forma de observar el Universo. Estas ondas tienen unas propiedades totalmente distintas y complementarias a la luz, a las ondas electromagnéticas que estamos acostumbrados a observar. Por tanto, con ellas se puede obtener información complementaria a la ya recibida de otras ondas. Si con los telescopios normales se pueden observar una serie de fenómenos, con las ondas gravitacionales los puedes ‘escuchar’, metafóricamente hablando. De modo que aportas un sentido más para obtener información. Las ondas gravitacionales abren una nueva ventana a la observación del Universo. Como tienen propiedades totalmente distintas, puede que con ellas haya nuevos descubrimientos de cosas que ahora ni tan solo nos imaginamos que existan. Esto ayudará a resolver cuestiones en diferentes campos: física fundamental, cosmología y astrofísica. Además, hemos construido instrumentos altamente sensibles para detectar las ondas gravitacionales, los interferómetros. Todo lo que se ha invertido en ciencia básica para llegar a desarrollar los detectores Ligo es algo que se transfiere a la sociedad. Pasa como con la teoría de la relatividad general y especial, con sus ecuaciones extrañas que no tienen por qué interesar a todo el mundo, pero podemos decir que, gracias a ambas teorías, usamos el GPS en nuestros teléfonos móviles. En este caso, gracias a este desarrollo tecnológico, se han podido diseñar láseres de alta potencia que seguro podrán tener otras aplicaciones en el futuro.


P. ¿Los jóvenes investigadores atraviesan hoy un agujero negro de incertidumbre?


R. Yo creo que sí. En ciencia la situación siempre ha estado mal. Además, la situación depende de la trayectoria profesional de cada uno. Mi campo científico es interesante, emocionante, tiene salidas, hay muchos grupos involucrados. Pero lo que no se debe olvidar es que hay que salir, hay que exponerse y competir con grupos de alto nivel. Cuando yo empecé no había plazas en la universidad en la que estoy ahora, no había ninguna promesa, igual que ahora. Entre entonces y ahora, existió una etapa en la que la ciencia estaba en una mejor situación. Pero ahora en Baleares estamos a la cola de España en financiación y eso se nota. La situación es muy mejorable. Hay que intentar convencer a los políticos y a la sociedad de que la ciencia básica es interesante. Un país se desarrolla más o menos apostando por otras cosas que no sean solo el turismo.

En la cresta de la onda sin encerrarse en las ecuaciones
El grupo de investigación de Relatividad y Gravitación de Alicia Sintes, en colaboración con el Instituto de Estudis Espacials de Cataluña, colabora en el diseño de un telescopio más avanzado para detectar con mayor precisión las ondas gravitacionales. Concretamente, desarrolla los conceptos teóricos para el diseño del avanzado Einstein Telescope, «confiando en que se desarrolle la tecnología adecuada en los próximos 15 años». Este proyecto contará con financiación europea, como ocurre con el nuevo observatorio Advanced Virgo que «operará junto con Advanced Ligo en unos pocos meses», añade Sintes. El diseño de ambos y su desarrollo suponen muchos años de esfuerzo, de modo que «cuando estás tomando datos de uno, ya estás diseñando el siguiente».


Además, su grupo trabaja para que existan, en el futuro, misiones espaciales que medirán ondas gravitacionales de frecuencias diferentes a las detectadas desde la Tierra. Las misiones e-Lisa contarán con tres satélites para interceptar estas ondas, de modo que, según apunta la investigadora, «en el año 2034 e-Lisa podría volar y su objetivo será analizar diversos fenómenos del Universo hasta ahora desconocidos».


La investigación más puntera no descuida la divulgación. Este grupo ha recibido diversos premios por la labor desplegada desde su web ‘La sinfonía del Universo’, como el galardón del III Concurso de Divulgación del Centro nacional de Partículas, Astropartículas y Nuclear, del año 2012. Lo importante para ellos es llegar al público general, así, según Sintes, «los científicos no debemos cerrarnos en nuestras ecuaciones, sino encontrar fórmulas para explicar lo que sabemos». Gracias a su trabajo de difusión han concluido que «cuando la gente recibe información bien explicada sobre física o astrofísica, es muy agradecida y quiere saber más».

 
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