Materiales para sobrevivir a un campamento de verano

Comienza la temporada de campamentos y hacer una mochila que incluya todo lo necesario es muy importante para pasar unos buenos días.

El campamento en la Selva de Oza, en el Parque Natural de los Valles Occidentales
El campamento en la Selva de Oza, en el Parque Natural de los Valles Occidentales
Ecoaventura Pirineos

Los campamentos de verano son una buena alternativa para que los niños pasen unas vacaciones divertidas lejos de la ciudad. Estos cursos estivales, que suelen duran entre una y dos semanas, les ayudan a relacionarse con otros niños, a convivir al aire libre y a practicar mucho ejercicio. Además, son experiencias muy agradables que recordarán el resto de sus vidas.


El único problema de los campamentos aparece en el momento de hacer la mochila. Hay que pensar en todo lo que van a necesitar durante los días que estén lejos de casa, en aquello que pueda salvarles de algún imprevisto y en otras tantas cosas que, aun sabiendo que no utilizaran, pueden llegar a requerir en el más remoto de los casos. Por eso, es importante confeccionar una lista con lo verdaderamente necesario para evitar el exceso de peso en las mochilas de los niños.¿Qué meto en la mochila para ir de campamento?

Saco de dormir y esterilla. Aunque no en todos los campamentos se duerme en tienda de campaña, es muy importante contar con estos dos elementos, ya sea para evitar el uso de sábanas o por si hacen alguna acampada en el exterior. Linterna de mano. Este aparato les será de gran utilidad durante las noches, sobre todo si tienen que ir al baño o buscar algo en sus mochilas. Cantimplora. Tanto para las excursiones por el día como para saciar la sed nocturna, una cantimplora es un accesorio imprescindible que llevar a un campamento. Además, no ocupa demasiado espacio en la mochila. Ropa. Los campamentos suelen durar entre una semana y diez, y es muy importante llevar la ropa adecuada para pasar una buena estancia. Varios pantalones cortos, una camiseta y un par de calcetines por día, y ropa interior de sobras para evitar imprevistos. Tampoco debe olvidarse meter en la mochila bañadores, un par de pijamas y alguna sudadera por si hace frío alguna noche. Calzado. Un par de deportivas y unas cangrejeras serán calzado suficiente para pasar los días del campamento. Hay que tener en cuenta que el calzado pesa mucho y ocupa un espacio importante en la mochila. Toalla de piscina y otra de ducha. Lo mejor es que los niños no utilicen la misma toalla para la piscina y para la ducha ya que la primera estará todo el día en el suelo y acabará sucia. Para ir a la ducha, les bastará con una de manos con la que poder secarse bien. Neceser. Peine, cepillo, pasta de dientes, jabón y champú en formato pequeño son más que suficientes para ir a un campamento de verano. También es fundamental la crema solar de factor 50 para que el sol no les queme. Gorra para el sol y chubasquero. Durante las actividades diurnas, contar con una gorra que evite las insolaciones es muy importante ya que, la mayor parte del tiempo van a estar al aire libre, incluidos momentos de mucho calor. El chubasquero es para prevenir ya que, si por algún casual empieza a llover, tendrán con qué cubrirse. Repelente de insectos. Los espacios naturales en los que se desarrollan muchos campamentos de verano son espectaculares, pero no debe olvidarse que en estos lugares abundan los insectos. Por eso, los más pequeños deben tener a mano siempre algo con lo que evitar las molestas picaduras. Bolsas de plástico para ir metiendo la ropa sucia. De este modo, a los niños les será fácil ir almacenando lo que ya no van a ponerse y a tener todo lo más organizado posible.