Un conductor que aparcó su coche en un lugar reservado para discapacitados recibió una lección que le puso en evidencia delante de todos los peatones que transitaban por el lugar del suceso. Al salir del edificio se encontró su vehículo envuelto literalmente en pegatinas azules que formaban el diseño de la señal de tráfico que indica el aparcamiento reservado a personas con discapacidad.  

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El hecho sucedió en Maringá, un municipio del norte del estado brasileño de Paraná. El policía local que le puso la multa tuvo que desprender las pegatinas de la matrícula para saber a qué coche poner la correspondiente sanción.