No ha salido bien parado Aragón del primer barómetro ambiental publicado por Greenpeace en España. En su informe ‘Radiografía social del medio ambiente en España’ la ONG ecologista ha dado un contundente tirón de orejas a al Comunidad colocándola en el último puesto de todas las autonomías, según un estudio en el que compara 31 parámetros distintos que abordaban desde la agricultura o la calidad del aire hasta las políticas energéticas, la lucha contra el cambio climático o la gestión de los bosques.

Por si sirve de consuelo, desde la organización se señala que el margen entre los distintos territorios es muy escaso, “teniendo todos ellos un margen de mejora muy grande”. No en vano, según el índice que han aplicado para la medición, La Rioja es la región que ha obtenido mejor nota, con un 9,5 sobre 17, mientras que Aragón, a la cola junto con Cantabria y Comunidad Valenciana, se queda en un 6,7.

La radiografía elaborada por Greenpeace ubica además 400 puntos de especial preocupación en todo el territorio nacional, “que se han acentuado debido a los recortes de la crisis”, de los que unos 15 estarían dentro de Aragón, donde la térmica de Andorra o la contaminación por lindano del río Gállego copan los principales puntos negros junto con la presencia de transgénicos.'La Reina de los Transgénicos'

Y es que ha sido la agricultura donde más castigada ha salido la comunidad aragonesa en relación a otros territorios, calificando a Aragón como 'La reina de los Transgénicos'. Aquí Greenpeace recalca el hecho de que Aragón sea el mayor productor europeo de maíz transgénico, lo que está llevando al cultivo del maíz tradicional a entrar en “vías de extinción”.

La organización se hace eco también de que la falta de transparencia que existe en relación a estos cultivos, señalando las diferencias que hay entre las mediciones de cultivos genéticamente modificados que maneja la DGA y el Magrama, las cuales difieren en un 40%.

Del mismo modo, también señala que la Comunidad puede ser una de las más perjudicadas en el futuro por la desaparición de abejas y otros insectos que promueven la polinización, dándole un ratio de vulnerabilidad del 17,3%, lo que convierte a Aragón en la cuarta comunidad más amenazada por la pérdida de insectos polinizadores.De las políticas hidráulicas a las centrales térmicas

Infraestructuras hidráulicas que han movilizado en los últimos años los ánimos de los ecologistas y de sus poblaciones cercanas también aparecen en el informe de Greenpeace, que señala entre sus puntos negros en Aragón el recrecimiento del pantano de Yesa, la construcción de la presa de Biscarrués o el embalse de La Loteta, dejando también un 'recado' a la mala gestión del río Ebro.

Si bien Greenpeace recoge la negativa de las Cortes y la disposición de la DGA a paralizar cualquier avance hasta el visto bueno de la UE, los permisos de investigación iniciales sobre la fractura hidráulica o 'fracking' también tienen su punto en el mapa aragonés, que en materia energética también sale perjudicado por la central Térmica de Andorra -una de las más contaminantes de España según sus datos- o la presencia de las plantas de ciclo combinado de Escatrón y Castelnou, así como el mantenimiento de la minería en la región.El problema del lindano

La amenaza del lindano que el verano pasado dejó sin agua de boca a varios pueblos de la ribera del Gállego también encuentra su hueco entre los males medioambientales recopilados por la ONG, que califica como “severa” la contaminación producida por la antigua planta de Inquinosa, a la que califica como uno de los mayores focos de contaminación de la comunidad junto con la cementera de Morata de Jalón.Bosques muchos, pero poco cuidados

Entre los problemas medioambientales, la gestión de la gran superficie arbórea de Aragón también es foco de las críticas de los ecologistas, que señalan que solo el 2,69% de la superficie cuenta con un plan de ordenación o un plan técnico, dando también un tirón de orejas a la “amenaza continua de grandes incendios” a la que se expone la Comunidad tras los recortes en prevención, cercanos al 50% (de 19,1 millones a 9,4) según los datos que manejan.

Además, entre las pinceladas que deja el informe sobre la Comunidad también destaca el alto grado de desertificación que padece un 16% del territorio aragonés, el “pelotazo” urbanístico de La Muela o el proceso de deshielo que comienza a afectar a algunas zonas del Pirineo.