Un sol radiante acompaña a las Esclavas en su procesión del Sábado Santo

Centenares de curiosos se han acercado a San Pablo para ver la salida de la congregación.

Las Esclavas, a su paso por el Pilar
Un sol radiante acompaña a las Esclavas en su procesión del Sábado Santo
Laura Uranga

Bajo un sol radiante y algo de cierzo, la Congregación de las Esclavas de María Santísima de los Dolores ha marchado este sábado por el centro de la capital aragonesa. La procesión ha dado comienzo con el tañido de las campanas de San Pablo, donde centenares de curiosos se han acercado para ver la salida de sus dos pasos.


Acompañadas por el tintineo de las campanas que tanto les caracteriza -del mismo modo que lo hace la ausencia de tambores y bombos-, la veintena de Esclavas cubiertas por sus tradicionales velos negros eran seguidas por el paso de la Virgen, una docena de manolas y representantes de varias cofradías de la ciudad.


Tras abandonar El Gancho, y ya a medio camino, las feligresas se han detenido en la iglesia de San Cayetano, en la plaza de la Justicia, para honrar al Cristo de la Cama.


Tras atravesar la calle de la Manifestación y de Alfonso I, les aguardaba la plaza del Pilar, donde ha sonado el 'Bendita y alabada' en el preciso instante en que la atravesaban.


Una vez las Esclavas han llegado a la parroquia de San Nicolás ha tenido lugar el Acto Litúrgico de la Soledad de La Santísima Virgen de los Dolores, ante el Santo Sepulcro. La procesión ha concluido con el retorno de la Congregación a la iglesia de San Pablo.