Los turistas toman una Valencia poblada de fallas

Este lunes Valencia amanece nerviosa por conocer qué falla ha seducido al jurado para ser la mejor de 2015.

Los turistas toman una Valencia poblada de fallas satíricas
Los turistas toman una Valencia poblada de fallas
Agencias

Las fallas grandes, que arderán el día de San José, pueblan ya cada rincón de Valencia, convertida en un pasacalles continuo de turistas que, además de retratar los ninots más satíricos, ingeniosos o actuales, pueden disfrutar de numerosas actividades relacionadas con las fiestas patronales.


Con el segundo día de la semana grande de las fiestas josefinas, las Fallas van quemando etapas con los ninots "indultats", que se salvarán del fuego, y con la "plantá" de los monumentos, que falleros y artistas han culminado este lunes desafiando a la lluvia de esta madrugada.


Valencia no cede a sus emociones, porque este lunes amanece nerviosa por conocer qué falla ha seducido al jurado para coronarse como la mejor de 2015, después de que ayer se conociera que en infantiles ha ganado de nuevo la de las calles Duque de Gaeta y Puebla de Farnals.


Ya desde primeras horas, un recorrido por las principales fallas grandes de la categoría reina fallera evidencia el interés que despiertan el ingenio y la sátira que los artistas plasman en sus monumentos y los ataques que su lengua viperina y sus afilados pinceles despliegan contra lo más granado de la clase política.


Largas colas de turistas se arremolinan a sus alrededores armados con sus móviles y cámaras de fotos para inmortalizar unos monumentos en los que este año se han invertido casi 7 millones de euros y que irremediablemente serán consumidos por las llamas en unos días, y a los que piropean con calificativos de "impresionante" o "chulos" o apelan a su "rareza" o "modernidad".


Con el presupuesto más alto de este año, 230.000 euros, la falla Convento Jerusalén-Matemático Marzal presenta "El ocaso de los dioses", del artista Pedro Santaeulalia, que representa a la bestia social que ha despertado cual Poseidón del fondo de los océanos para acabar con toda la corrupción y los males de la sociedad.


En este monumento no se librarán del fuego las figuras de Rita Barberá, Camps, Bárcenas, Pablo Iglesias, Rosa Díaz, Mariano Rajoy, el rey Felipe y Pedro Sánchez, y tampoco Vicente del Bosque y Pau Gasol, que representan para el artista el ocaso del deporte español.


Bajo el título 'Altres formes de vida, altres formes de ser', los artistas José Latorre y Gabriel Sanz han invertido más de 90.000 euros en la representación, en la falla de Na Jordana, de otras formas de vida que llegan a la tierra, abduciendo a importantes personalidades de nuestra sociedad.


La falla de la plaza del Pilar cumple este año su 150 aniversario con un monumento de más de 170.000 euros y 20 metros de altura que, bajo el lema "Pantomima", recrea el mundo del engaño, la farsa y la mentira con mucha crítica social y política.


Entre sus figuras se pueden identificar muchos rostros conocidos y que hacen su particular y ridícula pantomima, como los del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, del presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, y del pequeño Nicolás, e incluso se ha colado el "caloret" que acuñó Rita Barberá.


El toque más trasgresor para una falla lo vuelve a poner la comisión de Nou Campanar, que, en su obra "Eklesia", en la que se ha gastado 90.000 euros, recrea la antigua asamblea griega con un suelo de 96.000 piezas realizadas por varios colectivos, sobre la que reposa un entramado de pilares y forjados que, vistos desde abajo, recrean formas geométricas.


Otros de los monumentos de la sección especial hablan de la fusión gastronómica de lo tradicional y lo vanguardista, de la época romana con la problemática sociopolítica actual, del mundo del cine, de la Atlántida, de los enfrentamientos entre el pueblo británico y español o de la magia y el espectáculo de un casino.


Aunque, sin duda, el monumento que más miradas atrae es "Fuerza", la falla que preside la plaza del Ayuntamiento, el epicentro turístico de Valencia y que en forma de uno de los leones del Congreso, Daoiz, luce ya imponente, rodeada de varias escenas que representan diferentes tipos de fuerza.


Con un ambiente apocalíptico de calles cortadas por casales y carpas, peatones que se adueñan del asfalto, monumentos falleros que invaden cada esquina, churrerías y chocolaterías por cualquier rincón, Valencia vive inmersa en el olor a pólvora y en la permanente algarabía de sus gentes falleras.