Mitad equilibrista, mitad artista conceptual, las imágenes de consigue el noruego Eskil Ronningsbakken no dejan indiferente a nadie. Desafiar a la muerte en los más variados escenarios es su manera de mostrar a los demás "que todo es posible", su leitmotiv.

Uno de sus lugares preferidos es Kjeragbolten, un paraje noruego en el que realiza sus equilibrios sobre una roca suspendida a casi un kilómetro de distancia del suelo. Si la idea de acercarse ahí ya es estremecedora, subirse sobre ella a una escalera sujeto solo con las manos da vértigo a la mayoría de los seres humanos.

No es el único lugar en el que se ha arriesgado para conseguir una imagen impactante. Colgarse de un globo aerostático o hacer el pino en la Muralla China son otros de sus logros.

Sus apariciones en canales como la BBC o National Geographic le han dado la fama y, además de sus espectaculares actuaciones, se dedica a explicar sus métodos de trabajo y el equilibrio entre la vida y la muerte.