A cualquier madre le preocupa que su hija pueda caer en manos de un adulto con malas intenciones. Por eso la mamá de Ye Bin trata de enseñar a su hija a decir que no a un extraño que le ofrezca galletas.

Cuando la madre le presenta la posibilidad de que un desconocido le ofrezca ir con él a comer cookies, la pequeña Bin contesta con una sonrisa de oreja a oreja: "Me gustan las cookies", a lo que la madre le corrige con un "no".

En el siguiente escenario, el extraño le ofrece un helado que la pequeña acepta con un "Bien". Entonces, la madre, como es lógico, repite el ejercicio anterior. Queda claro, por tanto, que la pequeña aún tiene mucho que aprender.