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El flechazo entre Obama y la miss

El presidente de EE UU quedó deslumbrado durante una cena por la estampa de la reina de la belleza israelí, una joven de origen etíope.

Un 13% de los encuestados no están seguros de que sea el diablo
El flechazo entre Obama y la miss
REUTERS

Cuando un falsaha, un judío procedente de Etiopía, sale en la prensa de Israel no suele ser por algo bueno. Los miembros de esta etnia, que representa el 1,5% de la población israelí, suelen alimentar las páginas de sucesos por ser proclives a la delincuencia. En su descargo hay que decir que también es un grupo de población castigado por unas tasas de paro intolerables. Pero esta semana una falasha se ha codeado con poderosos jefes de Estado y ha hecho que a Barack Obama se le encendieran los ojos de admiración. Quien ha conseguido ocupar la primera plana de la prensa es Yityish Titi Aynaw, la primera mujer negra y etíope que se alzó con el título de miss Israel. Durante su viaje al país hebreo, esta espigada y bellísima mujer, de 1,82 metros de estatura, eclipsó a los 120 invitados de una cena a las que asistían el presidente de Israel, Simon Peres; el jefe de Gobierno, Benyamin Netanyahu, y el inquilino de la Casa Blanca. Titi Aynaw encandiló el jueves por la noche a Obama y entre ambos surgió pronto una intensa corriente de simpatía.


Como el dirigente estadounidense, la miss Israel fue criada por sus abuelos y la vida no fue fácil para ella. Admiradora de Martin Luther King, Titi, como se la conoce familiarmente, llegó a Israel cuando solo contaba 12 años. Quizá por la similitud entre las dos biografías, Obama dedicó inflamados elogios a la miss, que quiere dejar la zapatería en que trabaja como dependienta para desfilar por la pasarela. «Eres muy bella. A Michelle le gustaría mucho tener tu altura», dijo el mandatario a Titi. No se sabe cómo le sentó a la mujer del dirigente demócrata el piropo, a la vista de que Michelle tampoco desmerece ni necesita ponerse tacones para destacar en las reuniones de próceres.


Contagiado por las alabanzas de su colega, Simon Peres también se deshizo en elogios hacia Titi, que desmiente los tópicos racistas que algunos atribuyen a los israelíes. «Es nuestra reina. En la tradición judía, ya tuvimos una reina procedente de Etiopía y ella es la Reina de Saba moderna», le dijo a Obama el líder laboralista.


A sus 21 años, a la joven le debe de parecer un sueño todo lo que le está pasando. Primero, emigrar a un país extraño acogiéndose a la ley que permite a los judíos adquirir la nacionalidad israelí; luego, superando las adversidades -sus padres murieron cuando era una niña-, ser coronada en un certamen como la más bella entre las bellas. Y finalmente, ser la estrella de una cena en la que deslumbra a gentes de postín. El flechazo con Obama fue recíproco, pues ella también quedó cegada por el 'líder del mundo libre'. «Es una persona que impresiona, todo un caballero lleno de encanto», aseguró la miss, todavía bajos los efectos de la 'obamanía'.