La sugerencia de hoy

De Ildefonso y el Zaragoza a Lamata

La revista ?Rolde? rinde homenaje al poeta y a sus compañeros fusilados en el Seminario de Teruel en 1936-1937.

Ildefonso Manuel Gil, por Antonio Mingote (1942).
Ildefonso Manuel Gil, por Antonio Mingote (1942).

Ildefonso-Manuel Gil, de quien se cumple ahora el primer centenario de su nacimiento, es el principal protagonista de la nueva entrega de la revista 'Rolde’, 141-142. Antonio Pérez Lasheras analiza la vertiente social del poeta, narrador, crítico y traductor, en el artículo 'Los signos del hombre esperando la muerte’, donde recuerda su estancia en el Seminario de Teruel, entre agosto de 1936 y marzo de 1937, y explica cómo esa experiencia de convivencia con la muerte le inspiró varios poemas, un cuento y una novela como 'Concierto al atardecer’, de los que incorpora diversos fragmentos. En el poema 'Silbo en silvas del terror’, escribió Ildefonso: "mis amigos de cárcel, /compañeros del estupor y del espanto, /muchos de cuyo nombre no me acuerdo o nunca lo he sabido, / rostros que se presentan un instante y quizás se confunden... (...)/ Joaquín Muñoz, Segura, Filatela, / el médico Barea y Francisco Lafuente / y Vázquez y Morales, Pedro Gálvez, / los Tablones, los Chanos y Victorio y el chato de las minas / y aquel, ¿cómo era aquel? Y el otro, el otro...".


Serafín Aldecoa, a través de esos nombres que cita Ildefonso, recuerda a 'Los sacados del seminario de Teruel'. La crueldad y la represión se cebaron especialmente con los maestros, pero Aldecoa también documenta la ejecución, en los pozos de Caudé, de la esposa y de la hija del labrador Sánchez Batea. Anna Rosenberg, en 'Desde el andén del llanto’, estudia la vinculación entre García Lorca e Ildefonso. Este lo conoció, lo consideró uno de sus maestros, editó, cuando trabajaba en la administración de HERALDO, 'Vidas y obras de Federico García Lorca’ de Ángel del Río en la editorial de esta casa, en 1952. Posteriormente compiló para Taurus los artículos de 'Federico García Lorca. El escritor y la crítica’ y haría una edición crítica de 'Yerma’ para Cátedra. Ildefonso escribió la primera elegía a Miguel Hernández, en 1942.


Hay otros artículos en este número especialmente jugosos: Pedro Ciria resume su tesis doctoral sobre 'Zaragoza y su fútbol, un sentimiento histórico’, que modifica el origen del Real Zaragoza, y dice: "Ya no basta con los teatros, ateneos o charlas literarias, que no tienen trascendencia más allá del perímetro local; la mejor forma de exportar la marca Zaragoza es pasearse por el resto de la región y del país alardeando del cosmopolitismo y del glamur de un club de fútbol. Así las cosas, a finales de 1930 se conforma el primer Foot Ball Club de Zaragoza de la mano de estos jóvenes aristócratas [Diego de Funes, el conde de Sobradiel...]". En 1917 se fundó el Iberia Sport Club, "los avispas"; más tarde nacería la Sociedad Atlética Stadium, "los tomates", y el actual himno del Real Zaragoza está vinculado a un grito de 1925: "Aúpa Zaragoza, arriba y a vencer". Carmen Villanueva reconstruye la vinculación de la Editorial Edelvives y Zaragoza, que se inicia en 1937, en plena guerra civil y tiene al hermano Nicóstrato (Leónides Fuente Arce), que había estado en la cárcel en diciembre de 1936, a su principal baluarte. Jesús María Alemany, Eloy Fernández Clemente, Franchore, Andrés Ortiz-Osés, Paco Paricio y Artur Quintana analizan –desde prismas diferentes: memorialístico, histórico, alegórcio, teatral...- los 'Treinta años de autonomía', con un poso cercano al desencanto que conecta con el editorial: 'Un país trilingüe'. Carlos Serrano resume una década del Festival Espiello, dedicado al cine documental.


Vicky Calavia dialoga con el cineasta Miguel Ángel Lamata: "Me gusta contar historias. E intento que mi vida sea una historia divertida más. Quizá lo consiga", confiesa. Daniel Gascón y Pippi Tetley elaboran un sueño literario y fotográfico en torno a un gato. Aleskey Yéschenko analiza la trayectoria de Chusé Inazio Nabarro mediante el término polisémico 'agüerro’ (vida y muerte, tiempo histórico que le ha tocado vivir al poeta...) Ramón Gairín ofrece una selección de sus poemas, con prólogo de Juan Marqués; en el más corto, 'Primavera’, se lee: "Día a día el calor / va arruinando la piel de las mañanas // es señal de que puedo / quererte sobre todo con el cuerpo". La selección lleva espectaculares fotos de Diego Hernández Estopiñán. Entre otros asuntos, Fernando Sanmartín explica las 'Esculpoemas’ de Emilio Gastón. Dice: "Creo en Emilio Gastón cuando esculpe el hierro para 'infundir poesía en la materia’". Y Gerardo Alquézar se acerca a la pintura de paisaje a la luz de la obra de Nacho Fortún: "... la pintura es lenguaje. Un lenguaje que se afana con solicitud y empeño en conceptualizar la realidad".




Rolde. Revista de Cultura Aragonesa. Número 141-142. Abril-septiembre de 2012. 132 páginas.